jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Qué habríamos hecho?

"¿Nos salvamos? El asteroide YU55, de 400 metros de ancho, pasó este martes en la noche a unos 325 mil kilómetros de la Tierra, sin siquiera rasguñar nuestro frágil planeta. Pero si este martes hubiese sido el día del fin del mundo, se habría abierto una oportunidad inestimable para preguntarnos qué somos y cuál es el sentido de nuestras vulnerables y ridículas vidas, siempre expuestas a un accidente doméstico o cósmico: una motocicleta que nos puede atropellar en la próxima esquina, un asteroide que nos puede borrar de la faz de la tierra.

Me pregunto qué habría sucedido si los científicos de la NASA nos hubiesen dado el lunes la mala noticia de la gran catástrofe, es decir, que íbamos a correr la misma suerte que los dinosaurios. ¿Qué habrían hecho los mezquinos, los cobardes, los usureros y embusteros del mundo? ¿Habrían tenido un gesto de grandeza de último minuto? ¿Habrían, por ejemplo, las autoridades habilitado los ascensores de Valparaíso —hoy inaceptablemente detenidos— para que los habitantes de los cerros pudieran llegar a sus hogares a decirle adiós al mar? ¿La mujer más bella del pueblo le habría dado por fin el “sí” al que de verdad la amaba, y el hijo pródigo habría ido a abrazar al padre al que le costó toda la vida perdonar?

¿O habríamos visto, como sucede en los naufragios, a los miserables apoderarse de todas las naves para huir, dejando atrás, en un planeta en llamas, a los débiles y los inocentes abandonados a su propia suerte? Y yo, ¿qué hubiera hecho, cuál habría sido mi último gesto y cuál la última columna, que hubiera escrito como un saludo a la bandera, sabiendo que este jueves no habría periódicos ni lectores ni noticias?"


Fragmento de "El día del fin del mundo", columna de Cristián Warnken para el blog del Mercurio. 10-11-2011

5 comentarios:

Esther dijo...

Pero por suerte, eso no sucedió :)

Puff! A saber qué podríamos hacer en un último segundo. A mí no se me pasa nada por la cabeza, sólo vivirlo a tope, dentro de mis posibilidades, al menos eso intentaría, a mi manera :)

Muy buen finde :)

Mar dijo...

Interesante reflexión, Kadannek. Gracias por compartirla.

Mira, la arrogancia del ser humano no tiene límites. Pensamos (incluyamonos todos) que somos invulnerables y que lo tenemos todo controlado.Y no hay nada más frágil que el hombre pues en cuanto las fuerzas de la naturaleza despiertan, no somos NADA, NA-DA.

Bss.

BlueSilence dijo...

Pues nada, yo disfrutaría mucho del fin del mundo, lo he estado esperando por siglos : D

Anónimo dijo...

Pucha, que lata haber leido al final que era una columna de tu pololo C.W.

**kadannek** dijo...

Gracias por todos los puntos de vista, me agrada la variedad.
C.W no es mi pololo, es alguien que me inspira xP