martes, 9 de abril de 2013

¡Ay, esos "vecinos"!


Hace mucho tiempo comprendí que si uno quiere tener buenos amigos debe partir por ser uno, si aplicamos este mismo pensamiento en relación a los vecinos ¿realmente da el resultado esperado? Quizás en algunos casos, porque en el sitio en donde vivo, en toda la cuadra, la cual cuenta con al menos 25 casas, a penas sólo hay un matrimonio anciano agradable y cordial con nosotros. Hay algunos sub-humanos en esta calle que se esmeran en causar daño, hablar idioteces o pelear por causas injustificables. Es curioso como en un grupo reducido de personas se puede distinguir una realidad social que afecta a gran escala y de manera general al globo terrestre, de tal forma, que abruma y encoleriza a la vez. Por ejemplo, que algunas entidades se alegren porque un miembro de la casa más próxima está enfermo o que el de la anterior fue asaltado, es un indicador de una falta de escrúpulos y conciencia social tremenda.  La calidad humana no es una virtud en unos cuasi-humanoides que conozco, llenos de envidia ante una familia unida y feliz. Parece que la nobleza fuese un veneno horrible para su ya pútrida sangre. Simplemente no conocen el privilegio de servir al prójimo o de apoyarse dentro de su propio grupo familiar. No, se destrozan entre sí.

Lo más triste aquí es la falta de sutileza y lo evidente que hacen su odio con bajezas tan estúpidas que dan entre rabia y risa. Podríamos regresarle esas jugarretas sucias, pero es una cuestión de límites: Nos es imposible descender tanto en nuestra escala evolutiva como para llegar a una altura tan baja. Da igual si esta frase suena presumida, pero aunque en cuanto a derechos y deberes se supone que todos somos iguales, el nivel del ser nos diferencia. Una persona altruista no es semejante a una sanguijuela, así de simple señores.
 
Si ustedes me lo preguntan, hay cientos de maneras de vengarse, de hecho, en un caso muy particular poseemos una pieza clave: Un secreto familiar que podría acabar por completo con la poca conexión que existe entre estos sujetos. Pero díganme ¿para qué reducirse, para qué entrar en una problemática mayor sólo por el placer de hacer daño igual que ellos? No, uno tiene más sentido común que eso. Por eso, estimado lector o lectora, que puedes tener “vecinos” tan injustos y ridículos como los míos, piensa antes de rebajarte a su nivel, es una cuestión de clase, tú conoces la dignidad, el autocontrol, la capacidad para liberarte de vulgaridades terrenales, así que no te enfades por unos pobres diablos que siempre serán infelices. Si no puedes perdonarlos, entonces muéstrales tu valía ignorando la pequeñez de su mentalidad. Recuerda que hay seres muy limitados y dormidos. No dejes que te arruinen el día, ni que afecten tu armonía. ¿Qué mejor desquite que no permitirles que su bobería te importe? Tú puedes ampliar tu conciencia, ellos no. Tú tienes la ventaja y las de ganar en la vida, en cambio, entidades como ellos, jamás conocerán lo qué es el éxito ni el placer de poder ser feliz.

5 comentarios:

Trini Reina dijo...

Leyendo esto sobre tus vecinos he de dar las gracias por los míos que, exceptuando alguna ocasión puntual, no me dan motivos para quejarme de ellos.
Vamos, que tras leer esto me dan ganas de ir besándolos uno a uno.

Saludos y paciencia

Trini Reina dijo...

Lo siento. Es que, como digo en el primer comentario, estoy trayéndome Azules Rotos aquí y eso supone que tendré que darme prisa:)

Saludos

Mos dijo...

Gracias Kadannek por pasarte por mi orilla y comentar.
En cuanto a esta entrada te tengo que dar la razón y estar de acuerdo con lo que dices. hay mucha envidia alrededor nuestro. hay personas muy negativas que intentan hacernos daño y se alegran de los males ajenos. Desde luego no hay que ponerse a su altura pero cuesta mucho luchar contra ellos porque, hay veces, que uno no sabe defenderse o cuesta desenmascararlos.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

Mar dijo...

Se merece una ovación esta entrada :)
El último párrafo, no tiene desperdicio, vamos que has puesto los puntos sobre las íes.

En mi opinión hay gente tan infeliz y aburrida de su vida, que tiene que meterse en las vidas ajenas a ver si así es capaz de salir a flote. Pero ni con esas.

Bss.

Patricia dijo...

Antohny de Mello decia "jamas intentes ensenyar a un cerdo, perderas tu tiempo e... irritaras al cerdo"...quizas es rudo pero la vida real es una lucha constante con los problemas, las circunstancias y si, las personas dificiles...
Pero si nos damos cuenta como tan bien lo describes, de nuestro "avance y desarrollo personal" comparado a los que por el contrario eligen "sobrevivir" y no "vivir" solo puede venir una gran felicidad interna, el perdon y la sabiduria para elegir la mejor manera de protegerse...y luego... seguir adelante con mas ganas porque dentro muy dentro...sabemos que estamos en lo correcto,
y que Dios nos ama!
besos, feliz dia!!