lunes, 29 de febrero de 2016

¿Cómo lidiar con un duelo?


¿Ha muerto tu mejor amigo, tu padre, un primo, el profesor al que admirabas o una persona que era tu fuente de inspiración? Debes estar sumido en la tristeza, tratando de hallarle sentido a este evento, repasando los recuerdos tanto como las culpas. Quizás debiste abrazarle más, perdonarle, desesperezarte y regalarle una visita sorpresa. ¿Nunca le dijiste cuánto le querías o lo hiciste pero no fue suficiente? El remordimiento debe de estar mordiéndote las entrañas. Extrañar a alguien querido puede llegar a encolerizarte tanto que te saca de quicio, batallas noche a noche con tu desesperado dolor; el insomnio es ahora tu confidente tanto como tu enemigo.

Tal vez te caerán como patada en el estómago los “pésame” de personas que ni conoces, y cualquier lágrima ajena se sentirá como una burla. Tú cariño por esa persona era el más fuerte, el más sincero y el más valioso, aunque les haya faltado tiempo juntos.

¿Ya te cansaste de las pláticas motivadoras, de esas frases que dice un familiar sabiondo que trata de darte razones religiosas o espirituales para que encuentres el balance?, ¿pudiste leer libros relacionados como “El libro tibetano de la vida y la muerte” o “El Libro Egipcio de los muertos”?, ¿encontraste consuelo en una película basada en hechos reales, en donde una familia enfrenta la pérdida de un miembro y lo superan juntos con mucho amor?, ¿ya desahogaste tu pena con un hombro amigo, el único que realmente te dijo lo que necesitas oír y te abrazó tan fuerte en un intento por reconstruir tu corazón? Es probable que sigas mirando al cielo preguntando “por qué” y que visites su tumba con frecuencia para tu tranquilidad psicológica, sabiendo que realmente “no está ahí”; es muy posible que nunca te recuperes del todo y que le extrañes por el resto de tus días, sobre todo si fue una persona que consideras irreemplazable.
A lo mejor no le lloraste nunca y tu temple sorprendió a todo el mundo. Quizás te trataron de un ente frío por no hacer berrinche y escándalo como hacen los demás. Tal vez te recomendaron “desmoronarte para volver a reconstruirte” y tú agradeciste con una cortés sonrisa para no rechazar de frentón tan poco sensato consejo. La verdad, ignoro tu situación, si quieres contármela bienvenida sea, porque este es un espacio de liberación.
Pero déjame hacerte una recomendación al respecto: Debes tener presente que tu sufrimiento no es el único, incluso pueden existir personas a las que les cuesta más que a ti lidiar con esto, si te sienta bien reunirte con ellas, hablen de sus emociones, traigan de regreso episodios emblemáticos de la persona que partió antes que ustedes. Lloren juntos si se sienten cómodos, pidan ayuda si la requieren, porque hay ocasiones en que las penas pesan menos en compañía. También analiza si te estás victimizando o sobredimensionando tu dolor. No uses como excusa el fallecimiento de este ser para dañar al resto y de paso exigir paciencia porque “tienes derecho ya que estás triste”, tampoco te permitas postergar tus proyectos o limitar los de otros, porque esto no te permitirá sanar ni a ti ni a los demás, y ello no es justo, ni noble ni hace bien. Puedes desahogarte, pero no te desbordes. Puedes hacer “celebraciones” en su honor si te ayuda, pero respeta si alguien se siente lo bastante frágil como para no participar. No obligues ni te obligues a asistir a eventos sociales de consuelo mutuo. A veces se necesita tiempo, espacio y soledad para equilibrarse en silencio y toca dejarlo en claro.

No hay tiempo estimado en el que se supere un duelo, pero habitualmente en el transcurso de un año sería aceptable ya retomar tus actividades. Es un tiempo “razonable” para haber desarrollado el autocontrol, haber superado las culpas y dejar de echar en cara cosas que se hicieron o faltaron, y me refiero a ti, al fallecido o a otro, porque no sirven más que para causar aflicción. Algo que funciona es realizar actos simbólicos de despedida, de perdón, de agradecimiento o similares. Eso trae tranquilidad para todos los implicados. 
Estudia el tema de la vida, la muerte y el más allá, pero no te obsesiones, detente cuando te llegue lo que crees que debías saber. No sufras más de la cuenta porque no sólo te duele a ti y a las personas que te quieren, sino que, bajo mi creencia, perturba y bloquea la ascensión del fallecido; de hecho, su proceso es más complejo que el tuyo. Así que sigue viviendo y avanzando por él. Quizás no son los mejores consejos del mundo, pero sé que cada persona tiene un proceso diferente para lidiar con estas situaciones, y sé que si se toma como un evento traumático, los bloqueará por años o de por vida, y de paso dañarán mucho a los que están a su alrededor. Quiero que sepas que empatizo contigo y que si necesitas un poco de apoyo aquí estoy.
Dedicado con especial cariño a mi amiga Lorena. Un abrazo para ti.

12 comentarios:

Mª Jesús Muñoz dijo...

Kadannek, estoy segura que tu amiga Lorena te habrá agradecido en el alma tus letras y buenos consejos...No hay duda que cuando se nos va un ser querido pasamos días muy difíciles, que vamos aceptando y asimilando...Después quedan recuerdos de días vividos, que pueden hacernos daño si no tratamos de valorarlos en su justa medida...Yo he pasado varios años cuidando a mi madre y a mi padre, éste último estuvo 9 años en silla de ruedas con derrame cerebral, pero consciente...Han sido tantas las vivencias, que lo tengo muy presente. Ahora el 25 de marzo hará un año que se nos fue...A veces sueño, dormida, con ellos y pienso que tratan de alentarme y darme fuerza...Pienso que, la sincronía entre el cielo y la tierra es una realidad, amiga...
Te dejo mi abrazo y mi cariño por tu apertura generosa y disponibilidad.
M.Jesús

Lorena dijo...

¿Recuerdas cuando te hablé de "acariciar el alma"? Pues ahora, nuevamente, te agradezco el haberlo hecho con este tan sentido escrito. Tienes el don de aliviar con tus palabras. ¡Gracias!

Tatiana Aguilera dijo...

Cuido de mi madre que está en calidad de desahuciada. Tengo conciencia que cada día puede ser el último y, por lo mismo, mi contacto con la muerte la vivo a diario. Sé que está allí y puede ingresar cuando así lo disponga, pero estoy tranquila o intento estarlo.
Un abrazo. Muy alentadoras palabras.

Beauséant dijo...

Creo que debería imprimir este texto para recordarlo cuando no quede más remedio... algo así como un romper en caso de emergencia.

Hada Saltarina dijo...

Querida Kadannek,

Aunque no me gusta calificar algo como lo mejor, pues podría suceder que existieran cosas mejores, he de decirte que este texto tuyo lo considero "lo mejor" sobre el tema. Has desmenuzado paso a paso los múltiples estados que se viven por las diferentes personas y momentos ante un duelo. Es sencillamente maravilloso. Gracias, Kadannek.

Besos

BEATRIZ dijo...

Aplaudo el gesto hacia tu amiga Lorena, todo por un amigo, todo. Sobre todo en momentos duros e inaceptables para los humanos. Podemos preparanos eternamente para ese momento y nunca los estaremos. La muerte es siempre una nube oscura.

Te contaría mis duelos pero son locura y no me gusta contagiar locura, no intencionalmente.

Abrazos a una buena amiga.

M. J. Verdú dijo...

Sin duda, el tema del duelo nos aflige a todos aunque nos lleva a una comprensión superior

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Sé de lo que escribiste.
El hecho es que no todos manifiestan las emociones del mismo modo. A veces se afrontan esas críticas y consejos absurdos, que molestan. Se puede mantener la tranquilidad sin ser frío, distantante, sino sentir emociones.
Buenos consejos.

Laura. M dijo...

Buenos consejos nos das. Cada persona siente las pérdidas de distinta manera y a unos les cuesta más superarlas que a otros. el tiempo mitiga las penas.
Bonita dedicacion a Lorena.
Besos.

**kadannek** dijo...

-Mª Jesús Muñoz: Te agradezco la confianza de contarme algo de tu historia. Bendiciones para tus padres, que de seguro también te bendicen. Concuerdo con todo cuanto dices, cuando parte alguien es doloroso y los recuerdos pueden mortificarnos, pero debemos valorar esos instantes como momentos de enseñanza y crecimiento. El proceso duele, pero también es un aprendizaje tremendo. Un gran abrazo.

-Lorena: De verdad me alegra poder haberte ayudado un poco, sé que este proceso llevará un tiempo, pero porque te conozco sé que aprenderás mucho de esto, le sacarás provecho y serás mejor. Un abrazo en el alma, un beso en el corazón.

- Taty Cascada: Tu situación es fuerte, no puedo negarlo, pero también puede tener una ventaja: Hacer el duelo poco a poco, irte preparando para no dejar cosas inconclusas, para pedir perdón, para concederlo, para dar gracias, para irse despidiendo todos los días un poco. Una cuñara pasó esta situación con su padre, incluso su padre escogió su propio ataúd. Te imaginas? Estaba asumido y muy consciente de la situación, lo que le permitió a toda la familia y a él, aceptarlo de la mejor manera y no hacer de esto algo tan doloroso.
Mucha fuerza y bendiciones para ti y tu madre.

-Beauséant: Bienvenida sea tu idea, adelante. Esto es por servicio para el otro, si ayuda a alguien, esa es la intención. Un gran saludo.

-Hada Saltarina: Agradezco tu apreciación porque, aunque me averguenza un poco decirlo, me esforcé bastante en esta entrada. Quise plasmar de la forma más claras mis ideas, expresarme sin ofender, pero por sobre todo animar un poco a alguien que pase por estas situaciones. Y quizás no sea lo mejor, pero fue escrito con cálido sentimiento. Gracias también por venir, es genial tenerte por estos lados.

-Beatriz: Puedes contármelos si te sientes a gusto haciéndolo, es la idea de esta entrada, compartir experiencias. Ya he enfrentado varias locuras, propias y ajenas, así que no subestimes mi fortaleza jajajaj.
Un abrazo para ti también, muchas gracias por venir siempre.

-Mª Jesús Verdú Sacases: Comparto tus palabras. Simple, pero al hueso. Saludos.

-El Demiurgo de Hurlingham: Diste en el clavo, estimado. A veces toca afrontar esas críticas o consejos que no pedimos, pero toca también, dejar en claro nuestros límites, debemos respetar nuestros propios procesos primero para que el resto los respete también. Saludos. Tiempo sin verte.

-Laura M. Ese es el punto, Laura, cada persona reacciona diferente y pasa estas situaciones críticas a su manera. Es cosa de respeto, aceptación, flexibilidad y tolerancia.

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Saludos y muchas gracias a todos por sus acotaciones y experiencias.
También agradezco a quienes me hablaron por privado.

AMALIA dijo...

Muchas gracias por tu visita a mi blog.

Esta entrada es muy reflexiva y me ha gustado mucho poder leerla.

Hace poco más de seis meses falleció mi madre y aún me encuentro llena de tristeza difícil de superar.

Tus palabras son de mucha ayuda.

Un beso.

**kadannek** dijo...

Amalia: Espero que ya hoy puedas sentirte mejor, más recuperada y fortalecida. Quizás el dolor no se vaya del todo, pero lo puedas usar como recordatorio del lazo amoroso que las une.
Un gran abrazo.