
El castigo a la piel,
el alimento de pastillas
y veneno,
la soga en la garganta,
la pistola en la boca o en la sien,
la gillette o el cuchillo en la muñeca,
el lanzamiento desde un puente
( o desde azoteas como hacía Asterión
hasta ensangrentarse)
son los sueños destruidos,
la vida frustrada,
la lucha aparentemente perdida…
“¡No hay otra salida!
¡No hay otra salida!”
-gritan los condenados-
“¡Quiero escapar!
¡Quiero escapar!”
-Proclama el que peca contra la felicidad-
“¡Tiniebla, oscuridad!”
-ceguera en sus ojos-
“’¡Perdición! ¡Dolor!”
-Desdicha en el corazón-
“¡Muerte, muerte, exigimos la muerte!”
-¿Se han dado por vencidos?-
”¡Quiero ser libre!”
-También yo-
“¡Quiero morir!”
-¿Por qué?-
“¡Me rindo! ¡Tengo miedo!”
-¿Cobardía?-
“¡He de morir!”
-¿Valentía?-
“¡No puedo más!”
-Quizás sí-
“¡No puedo más!”
-¿seguro?-
“¡Maldita vida, te destierro de mi alma!”
-No hay consuelo…-
“¡No te quiero desdichada!”
-No os juzgo-
“¡Muerte!”
-¡Se suicida!...
Me pregunto…¿Cobardía o valentía?.-
kadannek.
El objeto con que publico este texto es para debatir sobre el suicidio.
¿Es o no justificable? ¿en qué casos? ¿por qué?
Si queréis comentar sobre alguna anégdota personal (intento de suicidio vuestro, de un ser querido o amigo) será bien resivido