Por distintas circunstancias, probablemente no pudiste hacer el viaje de tus sueños, ni comprar la casa propia, tampoco aprendiste a tocar violín ni le dijiste a la persona que amabas lo que sentías. Seguramente te has postergado muchas veces por otros, para cuidarlos, ayudarlos o complacerlos; esto quizás te ayudó como un mecanismo de defensa para no aceptar lo que realmente has querido. Es seguro que no lo admitas abiertamente, pero el factor principal para no llevar a cabo tus proyectos de verdadero interés se llama miedo. Miedo al fracaso, a que critiquen tus decisiones, a reconocer que es hora de hacer algo exclusivamente para ti. Sea cual sea la razón, te invito a sopesar si vale más seguir en esa postura, lamentando lo que no funcionó o hacer algo al respecto. Sé que sueno cursi, como una ñoña película de Disney que te motiva a perseguir tus sueños, pero soy más realista de lo que parece, y sé muy bien que hay cosas que no necesariamente se cumplen o concretan al pie de la letra. Pero también sé que para lograr la verdadera satisfacción en la vida es imprescindible no dejar pendientes.
Si se desea por lo menos "probar" la felicidad, es hora de tener una buena relación contigo, basándote en el auto-respeto. Para ello proporciónate lo que anhela tu interior, así parezca insignificante; ¿Nunca viste "Corazón valiente" o quieres gritar al mundo que te encanta "Vanilla Ice"?, es tan fácil como conseguir la película y a una persona de confianza para contarle tu vergonzoso ¡ejem! digo, interesante secreto. A lo mejor no encontraste la casa de 3 pisos en medio del prado, pero puedes hallar una zona privilegiada que se acerque a esas expectativas y construir los dos pisos que faltan con el tiempo, la cosa es ser un poco flexible. Una vez dejaste ir al amor de tu vida, pero llegó otro a sacudirte el corazón, gózalo como si fuese el único que has conocido hasta ahora, supera las ataduras del pasado, libérate de los ideales que creaste bajo la embriaguez de tu juventud. Hay lecciones gratuitas de violín por internet, consigue uno de segunda mano y practica. La solución es hacerlo, no hay más. Busca suplementos o equivalentes para igualar la calidad de lo que esperabas, pero no te quedes así.
A lo mejor necesitas despedirte o pedir perdón a alguien que ya no está en este plano, o que simplemente ya no pertenece a tu vida. Los actos simbólicos ayudan mucho a tranquilizar la mente y sanar el corazón.
Yo me postergué mucho por varios factores, desde lo económico, hasta por la crítica. Y me mantuve mucho tiempo herida por dentro al no poder realizar lo que quería. Sentí que había fracasado, pero en realidad sólo fue un cambio de ruta. Pensar así me ha ayudado a reconciliarme con el pasado. Por ejemplo, he tomando cursos y talleres, los cuales no es que me entreguen más de lo que ya conocía (pues nunca dejé de investigar por mi cuenta), pero me ayudan psicológica e internamente a concluir ciclos. Poco a poco iré eliminando pendientes, hasta que pueda sumar a la lista cosas nuevas por mero placer.
A veces sólo intentarlo es la clave, pues en el proceso descubrirás dónde está tu sincero interés, aprenderás incluso más de lo que esperas, y los pasos que deberás caminar hasta tu objetivo pueden ser más placenteros que la meta, de hecho, hasta pueden permitirte dejar ir en paz aquello que tenías inconcluso dentro de ti. Así que disfruta todo lo que puedas, tanto de cada etapa y experiencia como del resultado. Mucho éxito de corazón.