Cuando escucho de alguien: “Puedo
decir todo lo que quiera, hablar a mi antojo, tengo derecho a la libertad de
expresión” o similares, me cuestiono bastante la integridad como persona que
tiene, o mejor dicho, que le falta a ese alguien.
Una cosa es poder verter
opiniones para compartir nuestros puntos de vista, tomando en cuenta la
diversidad de ideas que existen, y otra muy distinta el ofender gratuitamente
como si fuésemos reyes del mundo, amos y señores de la verdad absoluta.
Hay momentos en la vida que
requieren de frases francas y hasta duras para intentar hacer recapacitar o
frenar comportamientos impertinentes o hirientes de otro. En eso estamos de
acuerdo, pero no se trata de insultarse los unos a los otros porque sí, mucho
menos si la situación no lo necesita.
Hace una semana habían dos
muchachas entrenando en unas de las máquinas públicas para hacer ejercicios en
una plaza cercana, cuando pasaron dos muchachos, que al verse avergonzados tras
haber sido ahuyentados por los ladridos de un perro que no los quería cerca de
su calle, éstos se dedicaron a ofender a las chicas que presenciaron la escena
en silencio, pues no era asunto de ellas y nada grave había pasado. Aludir
sobre su peso de forma ofensiva y ridiculizante me pareció una bajeza tremenda
y bastante infantil, sobre todo porque las chicas no estaban tan fuera de forma
como éstos imprudentes exageraron.
Por cosas como éstas es que las
personas no se acercan a la vida sana y más activa. Esas máquinas están para
ayudar, pero son desaprovechadas por el público, ya que no quieren pasar por
situaciones vergonzosas como ésta. Cada quien debe meterse en su propio asunto,
sin estorbar en la vida del resto.
Uno tiene la libertad y casi la
obligación de ser como es, sin máscaras; Pero si tú, estimado lector, eres de
esas personas que llega y lanza lo que piensa sin medir consecuencias, por
favor amplía tu criterio mental, equilibrando tu aspecto emocional de paso.
Toma en cuenta que la libertad de expresión va ligada de la diplomacia, la
tolerancia y el correcto discernimiento para saber cuándo y cómo podemos decir
de forma productiva nuestra opinión, de lo contrario estarás hablando mal de ti
mismo.
La libertad de expresión es una herramienta para hacer cambios productivos, pero no debe usarse para infligir daño sin motivos.
La libertad de expresión es una herramienta para hacer cambios productivos, pero no debe usarse para infligir daño sin motivos.
Relacionado con el tema les invito a leer "No acepto tu presente" una breve narración sobre la sabiduría de Buda y las ofenzas.
Y también les invito a leer esta breve reflexión sobre "La libertad de expresión; Un arma para impedir abusos e injusticias"
"Libertinaje de opinión".
ResponderBorrarNo podría estar más de acuerdo con todo lo que aquí expones.
ResponderBorrarAlgunos tienen la lengua muy afilada y no piensan al hablar. Bueno, más que al hablar, al ofender...
Esto es aún más grave con el auge de las redes sociales, donde la gente, amparados tras una pantalla, se sienten con la libertad (libertinaje) de lanzar venenos contra cualquier opinión con la que ellos no comulguen.
En fin...
Besos
Inmejorable, Kadannek. Ni yo podría haberlo dicho mejor, quizás. UN APLAUSO ENORME :D
ResponderBorrarHa sido buenísimo :)
Como hoy... que he entrado a facebook y acabo de ver una cosa... Me indigno. Tengo una tentación de decir algo... pero para qué, si capaz que no me van ni a leer :P Quizás me anime a insinuar.
Como suelen decir, no solo es lo que se dice, sino cómo se dice.
Un abrazo, guapa :)
Muy bueno, sí.
ResponderBorrarCuanta gente se escuda en el anonimato para actuar de mala fe.
Huyo de ellas como de la peste.
Un gran abrazo.
Lo que yo digo siempre es que mi libertad termina donde empieza la de los demás. Esto es, yo puedo decir o hacer lo que quiera siempre que no afecte a terceras personas y más si es para degradar. Los insultos gratuitos dicen mucho de la persona que los vierte.
ResponderBorrarBss.
A mi parecer, si no molesta mi honesta opinión la única real libertad que existe es el albedrío, el hombre dicta leyes, normas y restricciones para obligar a que los otros respeten y obtengan límites leyes legales explicitas y culturales implícitas porque que no son capaces de darse a si mismos y menos a otros sin la tintura de su propia frustración.
ResponderBorrarLibertad de expresión es un derecho que como todo derecho va de la mano de obligaciones, y es para ambos lados del emisor y también del receptor, así también el derecho a replica y otros mas que el hombre norma, cuando es parte de la naturaleza el dar y recibir en el lenguaje y en los actos una condición propia de ser.
mis saludos