Para mí, es prácticamente innegable la existencia de almas complementarias o gemelas, pues éstas son vínculos primordiales que nos unen en espíritu. No hay nadie que no pueda hallar un alma gemela, si creen lo contrario, es producto de la imagen romantizada y utópica que se ha estructurado alrededor de éstas.
Toda persona es una chispa divina nacida de La Fuente para experimentarse a sí misma, por eso encarnamos junto con un grupo o familia de almas, con quienes pactamos algunas experiencias y aprendizajes juntos. Si pudiéramos vernos como una semilla luminosa, podríamos entender que desde nuestro centro se ramifican divisiones energéticas (por así decir) que conforman nuestra familia de llamas o almas; en cada división hay almas tanto masculinas como femeninas, es aquí en donde se encuentran las almas gemelas.
Robert detzler llama a estas ramificaciones pétalos y explica sobre las almas gemelas, en su libro Renacer del alma, la cuestión de esta manera: “Un alma es una llama que está formada de la energía de Dios y así mismo sale de ella. Esta llama está moldeada semejando una flor, cuyos pétalos pueden tener de una a nueve divisiones. Cada pétalo tiene elementos masculinos y femeninos. Las combinaciones de elementos Masculino/Femenino son referidas como llamas gemelas.”
Vale aclarar un punto: Un alma puede ser femenina o masculina independiente de su género al encarnar en un cuerpo. Quizás te preguntes si de aquí puede nacer la homosexualidad y la respuesta es que a veces sí, pero no en todos los casos. Puede existir un alma masculina dentro de un cuerpo femenino y la persona ser heterosexual. Porque las cualidades de un alma femenina o masculina, van más allá de las creencias y conceptos que se relacionan social o mundanamente con ser mujer u hombre; van ligadas, más bien, a aspectos sagrados de estos elementos, vistos como fuerzas complementarias.
También hay casos de almas andróginas que no se dividieron, pero son sucesos muy aislados, y en mi experiencia aún no me topo con alguna.
Volviendo a lo importante. Al encarnar, las almas gemelas o complementarias no siempre tendrán un tinte romántico, a veces son familiares o amigos, en este caso te unirías en pareja con un alma o llama afín que esté en tus ramificaciones (o flor), así como puedes decidir mantenerte en soltería.


Una última acotación antes de terminar: Todo el mundo brilla de ganas por hallar a esa alma gemela o alma complementaria, pero en realidad hay algo más profundo que ella, de lo cual quizás hablaremos próximamente.