domingo, 2 de julio de 2017

Cuando gritamos la consigna "¡#NiUnaMenos!"


 Ilustración: Cinwololo

Cuando salimos a las calles, cuando protestamos, cuando compartimos opiniones, experiencias y noticias diciendo “Ni una menos”, es por y para todas, no se trata de una consigna excluyente ni clasista, es un grito urgente exigiendo respeto y valor por la vida de todas las mujeres. Es un alto radical a los femicidios, a la violencia de género, al acoso, al maltrato doméstico y a todas las agresiones en general, que como mujeres, recibimos. 
Cuando vociferamos “¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos!”, es por ti, por mí, por nuestras hermanas, hijas, madres y amigas. Es por la niña, la adolescente, la joven, la mujer y la dama. Es por la millonaria y la pobre, por la delgada y la robusta, por la negra y la blanca, por la musulmana y la atea, por la empresaria y la desempleada, y aunque haya sido un movimiento que surgió en Argentina y llegó a Chile, las mujeres de todos los continentes están incluídas sin distinción. ¿Con qué derecho, entonces, deciden a qué extraviada vale la pena buscar primero?, ¿vale más la que tenía título, usaba gafas e iba cubierta de la cabeza a los pies que la que iba con mini-falda, saliendo de una fiesta?, ¿por qué estas cosas son decisivas?, ¿por qué se empeñan en juzgar a la víctima y en señalar su estilo de vida, su apariencia o sus preferencias?. ¿Qué sentido tiene querer culpar a una afectada cuando los verdaderos culpables son criminales que andan sueltos?, ¿es que porque lleves labial rojo es señal de que no mereces respeto y que tu vida no valga ni un céntimo?. Nadie quiere que vulneren sus derechos, su cuerpo ni su integridad. Nadie en su sano juicio busca que le secuestren, le torturen, le violen y le maten.
Cuando gritamos y lloramos por la consigna: “¡Ni una menos!” es por todas las mujeres a quienes atacan y quitan la vida sin compasión. A quienes le ahogan los sueños, le rajan el alma, le psiotean la dignidad, le rompen las bragas, le acribillan la vagina, humillan su cuerpo, irrespetan su espacio, agreden su lugar en el mundo y le destrozan la vida a ella, a  la de quienes les aman y de paso escupen a todo nuestro género.
Cuando apoyamos la consigna de “¡Ni una menos!” es que no toleramos más violencia, humillaciones ni asesinatos. No importa si ella tiene un estilo de vida como mojigata o liberal, es una mujer, un ser humano que merece poder vivir feliz, tranquila, sin temerle a su propia sombra. Merece poder confiar en su pareja, en un amigo o en un jefe, sabiendo que ninguno tiene derecho a agredirla sexual, física ni emocionalmente; merece encontrar apoyo en su familia y amigos, y hasta tener el resguardo de su vecindad, pero por sobre todo, merece ayuda de la justicia sin discriminación, merece ser valorada como persona por la sociedad, antes de ser criticada por nimiedades. Seamos conscientes de que culpabilizar a la víctima por ser una víctima de violencia de género o femicidio es de los errores más injustos e incongruentes que existen.

¡#NiUnaMenos! ¡protección y justicia a todas las mujeres sin discriminación!

Ilustración: Jopi

17 comentarios:

Javier Muñiz dijo...

Hola, espero y deseo que tu grito y el de tantas mujeres pueda ser oído y entre todos acabemos con tanto sufrimiento, con tanta injusticia.....que auténtico desastre¡¡¡ más inhumano..
Pasa buena tarde, besos solidarios..

lunaroja dijo...

Debería ser el clamor universal! Hermosas y contundentes palabras dentro de un hecho tan nefasto,tan obsceno te diría, que millones de mujeres sufren... Impresionante!
Gracias!

Navegante dijo...

Como uno de esos hombres que jamás dañó a ninguna mujer, coincido con tu texto y me solidarizo. ¡Ni una menos!
Saludos.

Hada Saltarina dijo...

Uno de los graves problemas de nuestra sociedad es el empeño a levantar barreras que diferencia de mala manera. Se trata de respetar la dignidad, así en general, abarcando la totalidad, sin límites: ¡dignidad!

Ah, decirte que el tiempo que me tomo no impide relación por mail, que puedes encontrar visitando mi perfil en el blog.

Un abrazo muy fuerte, querida Kadannek

maidagán dijo...

Me uno a cada palabra que aquí expresas y agradezco tu grito! Con tu permiso, recomendaré la lectura y divulgación de tu mensaje.

Beauséant dijo...

Que pena, ¿verdad?, que sea necesario explicar cosas tan sencillas o, peor, incluso justificarlas. Pero sí, haces bien en recordarlas de vez en cuando porque aún no ha llegado el momento de que las cosas obvias simplemente ocurran.

Demian dijo...

Hermosas palabras. Siempre debera ser un grito sagrado. Besito Kada un gusto leerte!!

Ángela dijo...

Kadannek un alegato justo que no debería ser necesario...

Te dejo un fuerte abrazo.

Sophie dijo...

Difícil explicarlo mejor, gracias por compartir esta entrada ha sido muy claro y ojalá sirva para la reflexión y cambio

Marina Filgueira dijo...

¡Bravo chiquilla! Totalmente de acuerdo. Te dejo un aplauso prolongado, sin estación de peaje.

Gracias por ser como eres.
Un beso y se muy feliz.

Noa dijo...

Hola preciosa... buenos días.

Yo también grito #NiUnaMenos diariamente. Hoy, mañana. No quiero más violencia en el cuerpo de una mujer, entre otros. Es repudiante ver que aun sigue sucediendo, que se tomen esa libertad de poder hacer lo que quieran con las mujeres, de decir cualquier cosa a pesar de no haber solicitado nada... .

Muy bien dicho todo, apoyo la defensa hermana.

Noa

C&C dijo...

Buenas, llegué a este blog por un mensaje que leí en twitter.

Cuando se exige justicia sin discriminación, se exige justicia en su más simple significado; y para poder exigirla de esta manera, se necesita cambiar lo que entendemos por ella. Aunque se alce la voz una y mil veces más, sin una justicia sana, no se llegará a nada. La discriminación hacia un género es una alteración mental que existe tanto en hombres como en mujeres y se basa, principalmente, en "saberse" superiores.

El trabajo para mejorar la sociedad empieza por el propio individuo... si tenemos una sociedad enferma, ¿qué podemos exigirle a la justicia?

Un placer.

Anónimo dijo...

Hola, primera vez por aquí :)
Me gustó mucho!!
Y sabés qué es muy muy triste y patético? Cuando las mismas mujeres ejercen de alguna manera violencia sobre su género. Lo viví en carne propia al delatar a mi abusador, un miembro de la familia. Su madre me "exilió" de la familia, por decirlo de alguna forma (lo que era "esperable") y su novia decidió creerle y tratarme de loca peligrosa y mentirosa A MÍ, aun teniendo una niña pequeña. Ya ves... No sabes las ganas de escribirles que tengo, pero no quiero revolver la porquería. Me daña.

Te sigo :)

Anónimo dijo...

Disculpa que vuelva a comentarte. Quería agradecerte tu comentario, de corazón. La verdad es que son personas que me han hecho mucho daño, no es de pura loca mi actitud aunque admito que sí desmedida o fuera de lugar. Pero tenés razón que los insultos y remover el pasado no está bien; no hace bien a nadie y no valía la pena. Ni sentido tiene. Voy a llevarle tu respuesta a mi psicóloga, porque me pareció acertada.

Un abrazo.

lanochedemedianoche dijo...

Debemos hacernos fuerte y de una vez y para siempre.
Abrazo

BEATRIZ dijo...

Es una entrada valiente por el hecho de pensar en las demás y en uno mismo a la vez. Es como ponerse los zapatos de los demás para saber lo que viven.
Buen tema de interés social.

Feliz fin de semana.

Anónimo dijo...

Difícil explicarlo mejor, gracias por compartir esta entrada ha sido muy claro y ojalá sirva para la reflexión y cambio

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