No poseo espíritu de celebración o al menos no de forma tradicional (me disculpo si ha de ser necesario, porque no es mi deseo pasar por pesimista, sobre todo en una tierra en la que abundan las "caras largas" y tristes, quejumbrosas de su propio pesar, casi egoístas), pero hoy se cumplen cinco años desde el inicio de este sitio, sería la segunda vez en la que reconozco públicamente esta especie de "nave" que se lanzó sin mayor pretensión que la de proporcionar un espacio de encuentro tolerante, -si se puede- reflexivo, en donde abundasen los puntos de vistas a partir de algún tema de interés personal y a la vez común con quien aterrizase aquí; Si se ha logrado o no el objetivo es un tema anexo. Sigo agradeciendo las visitas, los camaradas con los que me he encontrado y los talentos que he tenido el placer de contemplar.
No quiero que esto se vuelva un discurso, pero ha sido, de cierta forma y hasta cierto nivel, una especie de "viaje" en el que he trabajado con gusto, haciendo un intento -tal vez vano- de solidarizar con las causas que me parecen justas y hacer notar algunos detalles de la sociedad, del hombre o del mundo en general que a veces se pasan por alto o, en su defecto, que nunca están de sobra tratarlos.
Sin más preámbulos, les traigo un pequeño fragmento que he recogido de un bello escrito de Charles Baudelaire (Poeta, escritor, crítico Francés), de quien creo, no necesita presentación:
"El Viaje"
I
"(...)
Pero los verdaderos viajeros son los únicos que parten
Por partir; corazones ligeros, semejantes a los globos,
De su fatalidad jamás ellos se apartan,
Y, sin saber por qué, dicen siempre: ¡Vamos!
¡Son aquellos cuyos deseos tienen forma de nubes,
Y que como el conscripto, sueñan con el cañón,
En intensas voluptuosidades, mutables, desconocidas,
Y de las que el espíritu humano jamás ha conocido el nombre!"
IV
"¡Amargo sabor, aquel que se extrae del viaje!
El mundo, monótono y pequeño, en el presente,
Ayer, mañana, siempre, nos hace ver nuestra imagen;
Un oasis de horror en un desierto de tedio!
¿Es menester partir? ¿Quedarse? Si te puedes quedar, quédate;
Parte, si es menester. Uno corre, el otro se oculta
Para engañar ese enemigo vigilante y funesto,
¡El Tiempo! El pertenece, a los corredores sin respiro
(...)"