lunes, 23 de enero de 2017

¡Hoy celebro!




A los nuevos blogueros suelo decirles que, en términos técnicos o de ejecución, es sumamente fácil abrir un blog, ya que hay servidores que nos ofrecen plataformas sencillas y versátiles, las cuales mejoran con el tiempo. Lo impresionante, lo exquisito, lo trabajoso es mantenerlo vivo en el transcurrir de los años. Hoy es el onceavo aniversario de este sitio y aunque casi nunca hago mención de esta clase de eventos, ¡en esta tarde tengo ganas de celebrar! Sí, de sentirme bien, de reconocer el esfuerzo, la dedicación y los resultados. De recordar la historia y la trayectoria que tengo como bloguera, de deleitarme con lo gratificante que ha sido el proceso; con sus metas, con sus bloqueos creativos, con los cambios de dirección y enfoque, hasta llegar al material y estilo que presento hoy. 

Ha sido un camino genial. Me he divertido mucho y en cada entrega aprendo algo de mí, del otro, del mundo o del universo. Porque para mí, no sólo es una cuestión de expresarse y ya, es una vía de desarrollo personal y de sanación en conjunto. Es un intercambio de información en los varios niveles que nos permiten las cualidades humanas; trata sobre las distintas historias de cada quien a quien leo o me escribe compartiendo la vida, los distintos comentarios, la variedad de realidades y puntos de vista, todos esos elementos proyectados en la vastedad de creaciones literarias, filosóficas y artísticas con las que nos topamos a diario. Agradezco un montón el deleite que me causa encontrarme con mentes brillantes y corazones que vibran de forma apasionada en sus trabajos, en sus reflexiones y en sus opiniones. Lo agradezco, ya que me ha ayudado a crecer y a modelar una mente flexible, capaz de escuchar versiones nuevas de algo o analizar una temática totalmente desconocida para mí. Me ha servido para aprender a apasionarme también, para seguir los ejemplos positivos, las recomendaciones y críticas constructivas. Para conectar mejor con el lector, los compañeros y los amigos. Para pulirme como amante de la escritura, a la vez que empatizo y me identifico con distintas situaciones, elementos o personas, aprendiendo así, lo que significa el desenvolverse como ser humano.
Gracias a todo ello, hoy, ya no me tomo innecesariamente las cosas negativas de un modo muy personal, me es sencillo desprenderme de lo inútil, de lo viejo, de lo tóxico, y por el contrario, a nutrirme con lo venidero, con lo sano, con lo bello y con lo útil. 

Aprovecho la oportunidad para invitarlos a mi otro blog “Libertad Natural”, el cual mantuve en pausa por dos años, pero que en éste tendrá bastante movimiento. Tengo intenciones de presentar entradas con mucho más contenido y sustancia. Así que los espero también allí.

Gracias por leerme y ser parte de este recorrido de alguna u otra forma.

viernes, 13 de enero de 2017

La abuelita Bertha


Analy y su abuelita Bertha (en vestidos perfectamente combinados)

¿Alguno de ustedes ha experimentado las bondades de conocer una “abuelita de cuento”? ¿Esas abuelitas que parecen poseer las respuestas a las interrogantes más enigmáticas de la vida?, ¿esas que son mágicas en su mirada, dulces en sus sonrisas, sabias en sus palabras, eternas en sus abrazos? Analy tiene el privilegio de llevar en su interior la sangre de Bertha, su abuela paterna y su amiga. Bertha siempre estuvo al pendiente de su cumpleaños, de darle muñecas durante todas las Navidades de su niñez y perfumes especiales cuando comenzó su juventud. El de la Navidad pasada es hermoso, se llama “Villa Navideña” y tiene forma de casita, de esas casitas de pradera, blanca con techo triangular, con su puerta principal acompañada por ventanitas iluminadas. Me imagino a la abuelita Bertha escogiendo con especial dedicación este perfume para su nieta, y otro con mucho cariño para su novio, “el nuevo nieto” que tan contenta la puso.

Analy me cuenta que su abuelita siempre tenía algo para dar; dinero, dulces y muchos abrazos. Le contaba historias con lujo de detalles, ¡pues tenía una memoria de elefante admirable! Me la imagino conversando con ademanes y risas, enfatizando los momentos claves y más únicos de sus relatos, y a una Analy con brillantes ojos intrigados, haciendo algunas preguntas para profundizar en la historia de tanto en tanto, casi que con elevada prudencia, para no interrumpir las narraciones de las aventuras de Bertha. ¡Qué regalo más grande!, ¡qué privilegio!

Hoy supe que en su juventud tenía el paso ligero y le encantaba bailar. Pienso que habría sido una gran partner de mi abuela materna, quien ama estar en la pista de baile y sobre escenarios. Seguro habrían creado coreografías que las llenarían de aplausos.

Hace dos Navidades hablé por primera vez con la abuelita Bertha, recuerdo ese momento con emoción, pues me llegó su tierno saludo de forma inesperada. Me encontré con una voz pausada, levemente rasposa y profunda, un poco nerviosa y alegre al mismo tiempo, que me brindó sus bendiciones repletas de buenos deseos. Tragué en seco, pues una persona importante para “mi hermana” en México, me estaba considerando. Me hizo sentir cerca de la familia y logró conmoverme, aunque lo disimulé bien. Con algo de torpeza y timidez correspondí a sus saludos, comentándole, de paso, lo mucho que quiero a su nieta. Agradezco mucho a mi amiga Analy, por permitirme ser parte de su familia, por darme el honor de poder haber interactuado con su amada abuela. 

Hoy ha sido una mañana triste y extraña. Te oí llorar amargamente por la querida abuelita Bertha, quien ha ido hacia otro plano y no sabemos con certeza si volverá. Y en ese llanto había tanto dolor como amor ahogado. No puedo impedir que sufras, pero aquí estoy, en un intento -quizás vano- de acompañarte y aligerar el peso. 

Agradezco a Bertha, porque ella te ayudó a ser la maravillosa persona que eres hoy. La mujer fuerte y sensible, hermosa y sincera, la gran madre y amiga que eres. 

Te quiero mucho, Analy.


jueves, 5 de enero de 2017

Reconociendo linajes y sanación del dolor ancestral femenino



Después de haber tratado los temas con nuestros antepasados de forma general, en las siguientes entregas iremos sanando nuestro linaje femenino y masculino por separado, puesto que, muchas veces los problemas de una parte no son iguales a los de la otra, pero ambos son importantes de atender,  ya que  para estar en balance, tanto el uno como el otro deben ser respetados.

Bajo mi experiencia personal, comprendí que para estar en justo equilibrio, las mujeres no sólo deben reconocer, sanar y venerar su femineidad, sino también reconocer, sanar y venerar su masculinidad. Los hombres también deben aceptar no sólo los valores que les entrega su linaje masculino, sino también su linaje femenino. Al fin de cuentas es un conjunto, que unido y entendido, nos vuelve más estables y poderosos. Renegar un aspecto sólo limitará el que quieres enfatizar, así que te será difícil sentirte como una persona totalmente íntegra. 
Todos sabemos que socio-culturalmente hay muchos estigmas hacia cada género, estableciendo pautas de comportamientos e ideales que sólo agregan presión e infelicidad muchas veces. De ahora en adelante, conociendo esta realidad, poco a poco debemos ir dilucidando si las cosas que hacemos y a los planes a los que aspiramos, son realmente un impulso personal o una expectativa ajena, con la cual se cree que se debe cumplir para ser considerado “apto” y propio de “una persona normal”, digna de encajar en sociedad.

Iniciaremos con una oración creada por Ashamel Lemagsa, quien la escribió para las mujeres de su linaje, honrando especialmente a su abuela. Pero que con mucho cariño comparte para que otros podamos aplicarla.

Oración de liberación del dolor ancestral del linaje femenino.
(Dedicado y en honor a su abuela Consuelo Fanego.)

"Amadas madres, abuelas, hermanas...Hoy y para siempre soltamos los recuerdos dolorosos que nos unen en aquellos actos, pensamientos y sentimientos presentes en nuestro linaje femenino, donde están involucrados el linaje masculino mal aspectado, por el maltrato hacia nuestra esencia femenina en palabras, actos, pensamientos y sentimientos.

Lo Siento, Perdóname, Te Amo, Gracias…

Donde la obligación estaba por sobre el amor. Donde la indiferencia era aceptada como algo “lógico” hacia nuestra tarea cotidiana.

Lo Siento, Perdóname, Te Amo, Gracias…

Cuando el descanso casi no existía, pues nuestro ritmo de trabajo era más allá de la salida y puesta del sol…

Lo Siento, Perdóname, Gracias, Te Amo.
  
Cuando el amor del hombre hacia nuestra esencia femenina, era un acto para su satisfacción personal, olvidando nuestros sentires profundos de amor, nuestra entrega cotidiana, nuestro amor en silencio a pesar de la desvalorización, la indiferencia y la falta de amor…

Lo siento, Perdóname, Gracias
Te Amo.

Por las memorias ancestrales de todo el linaje femenino Familiar y más allá de él…

Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo.

Por la sanación total, por la Liberación total de toda herida a ayer y de hoy…

Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo.

Hoy y para siempre…

Nos perdonamos, nos amamos en el respeto absoluto de nuestra esencia Divina Femenina, para ser Fuente VIVA de Amor Ilimitado…

Sanando todo resentimiento, perdonando herida recibida, amando a todos por igual…

Lo Siento, Perdóname, Gracias, Te Amo.

Hoy y para siempre…

Renacemos en nosotras mismas en un nuevo Linaje Divino Femenino donde la Paz, el Amor, la Compasión y la Misericordia como lazos de sanación unen lo separado, cicatriza lo lastimado…Suelta el rencor y la ira…

Renace en balance perfecto donde lo Femenino y lo Masculino son libres, sanos, complementarios, amantes del Amor Ilimitado.

Así es, Hecho está."

Nota: Puedes recitar esta oración las veces que desees, también puedes transformarla en una carta escrita con tu puño y letra, leerla en voz alta y luego quemarla. Puedes compartirla con personas especiales o modificarle para que se ajuste a tus necesidades. Puedes escoger una fecha especial o hacerlo cuando lo sientas. Ten la libertad de construir tu camino hacia la sanación.

-Pincha su nombre para ir al enlace directo en donde Ashamel Lemagsa nos cuenta su experiencia sobre qué la inspiró para redactar esta oración o ve a su blog-