lunes, 31 de octubre de 2016

Sagrada bruja


Las peyorativamente llamadas “brujas”, bajo mi visión, fueron mujeres altamente conscientes, buscadoras inalcanzables de la verdad, de la evolución y del despertar. Hábiles alquimistas capaces de trabajar con las fuerzas de la naturaleza a su favor, y por ende, de fluir con la corriente de la vida, entender sus ciclos y comprender sus enigmas, generando un gran sentido de conexión divina, capaz de captar las claves del cosmos y activar los códigos celestes que les llevarían por el camino hacia su verdadera transformación, convirtiéndose en sí mismas, en una piedra filosofal.


Gracias a sus arduos estudios en todas las ciencias y las mal catalogadas “pseudo-ciencias” como la astrología, la adivinación con runas y otras ramas ocultistas, por nombrar algunas, podían abrir las puertas del misterio, desarrollando sus dotes internos; esas facultades que laten dormidas en todo ser humano, pero que sólo un corazón atento y una mente abierta permiten conocer.

Una bruja o una hechicera, hoy en día simboliza la sapiencia femenina y el potencial místico que existe en cada una de nosotras, o en cada varón que decide explorar en las profundidades de sí mismo, sin juicio. Una bruja o brujo es una persona extraordinaria, dispuesta a conocer los secretos de la magia y la metafísica, de entender y trabajar sobre su poder personal, de expandir sus fuerzas mentales, de ir más allá de sus propias limitaciones
para ser la mejor versión de sí mismo

La estigmatizada “brujería”, en su aspecto positivo, es el conjunto de actividades y ejercicios que realiza el iniciado en pos de su desarrollo. Saber qué hierbas calman la ansiedad, como la melissa, o cuáles alivian el dolor de estómago, como el boldo, cuáles desinflaman y tranquilizan, como la manzanilla, o qué aromas despejan la cabeza, pero que ayudan en su actividad cerebral, como la menta, son parte de su proceso de aprendizaje. Conectar con el mundo natural y con los elementales es un gran paso para avanzar. Que algunos lo desvirtúen y usen de otra forma estas herramientas, no significa que todo practicante sea así de inconsciente. Una de las bases en no dañar y no tomar más de lo necesario, gran enseñanza que nos dejaron los druidas.

Las sacerdotizas de antaño (como las celtas de Avalon) que rendían culto a la diosa, a la gran madre, fueron aplacadas por el patriarcado que vino con el cristianismo, y posteriormente e incluso hasta hoy, se siguen tildando despectivamente, como personas ignorantes y paganas, cuando en realidad, fueron personas que descubrieron los aspectos más sagrados en sí mismas, en la Tierra y en el universo.


Por eso, hoy brindo con un té de jengibre y diente de león, por todos mis ancestros, hechiceros, magos, brujas, chamanes, sacerdotizas y más, que aplicaron la sabiduría inscrita en el templo de Delfos: “Conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses”. Hoy rindo honor a todos los brujos que existieron alguna vez, y a todos lo que moran en ustedes, ¡pues somos los desciendes de esas brujas que no pudieron quemar!, ese es el manifiesto interno de todo hombre y de toda mujer que hoy en día se está haciendo consciente de su sabiduría interior. ¡Siente ese fuego sacro dentro de ti!, déjalo salir, aunque los demás teman, pues toda bruja consciente de su sapiencia y poder, es la ruina de todo patriarcado y de toda mano que intente oprimirla. Ayudemos a limpiar ese título tan manoseado, menospreciado y cargado con una connotación tan negativa: ¡Seamos brujas orgullosas de serlo, rindamos homenaje a ese aspecto tan mágico que vive en nosotros!



martes, 25 de octubre de 2016

La voz del mar




¿Has oído la voz del mar, la verdadera y profunda voz del mar? aquella que no sólo baña tu cuerpo y enjuga tus lágrimas calladas, sino que te hace sentir que eres parte de la gran red total. Es como un canto sinuoso y a la vez un ronco eco que se queda palpitando dentro de ti, cual caracola; es la danza de la vida resonando, es el ritmo del universo completo respirándote… Tal vez a esto hacía referencia mi querida Maite cuando hablaba de la playa.

La playa posee esa facultad chamánica de sanar las heridas emocionales y álmicas, pues si en silencio y respeto le contemplas, la corriente natural de la Tierra te hará parte consciente de sí, reactivando tu flujo energético junto con la sinfonía cósmica que habita allí.


Hace unas semanas con mi esposo fuimos a la playa, en donde sumergimos nuestros pies en sus saladas aguas, quedando empapados hasta los muslos por inesperados abrazos de la marea. Propuso escribir y tachar cosas en la arena que ya no queremos en nuestras vidas, y eso hicimos. Dejamos ir los elementos dolorosos, los ofrecimos al mar, el cual borró nuestras escrituras, enseñándonos que toda situación no es ni tan grave ni tan interminable como parece. Se sintió muy terapéutico este ejercicio. Fue realmente sanador y liberador, así que los invitamos a experimentarlo por ustedes mismos. Sinceramente hay una belleza sublime en compartir el camino y nutrirte al lado de un compañero de ruta, que te apoya, que te quiere y que te cuida. La sensación de agradecimiento es todavía más intensa, así que dejamos nuestra gratitud plasmada en la arena y firmada con las huellas de nuestros pies. Siempre voy a la costa con las personas más queridas para mí. No sé si es parte de un espíritu romántico o si inconscientemente anhelo una conexión fluída así como el movimiento del mar. Grandes cosas me han ocurrido en él; Me comprometí una noche tibia de Julio, en el centro de la playa, justo en el límite en donde rompe la marea; Despedí a una gran amiga que emprendió viaje hacia otros sitios, y he conversado largo y tendido con seres queridos y conmigo misma.

Inspirada por esa reunión, hace unos días volví a la playa, luego de obtener respuestas, me encomendé a las olas, me dejé llevar etéricamente por la marea y me permití “morir” un poco junto con el ocaso, y bajo ese hermoso cielo encendido, esperé el nacimiento de una renovada y fresca luz en mí. 
El vuelo de las gaviotas, palomas, de un pelícano y otras aves, llevaron y trajeron mensajes sutiles, la arena construyó caminos nuevos para cicatrizar heridas internas, y las rocas me sostuvieron con fortaleza, permitiendo anclarme al mundo, con calma y paz.


Hay algo divino en la costa, como deidades que sonríen ofreciendo las llaves del misterio a quien extienda manos, corazón y alma. Hay algo, sin duda divino y mágico, que nace y muere en el horizonte, y que nos contempla desde el fondo con severos y dulces ojos de dios y niño.

Volveré... Volveré como un navío que se adentra al mar, a sabiendas que sin timón la boca hambrienta de un océano abierto, jugará con él como un peón en un laberinto sin fin.

(Las fotografías son de mi autoría (a excepción del "gracias" que lo captó mi esposo), cosa que me hace feliz, ya que retomé una actividad que me encanta; la de rebelarme contra el tiempo y guardar momentos en una imagen.)

Esta entrada la dedico a mi amado esposo por el regalo de momentos felices, a mis queridas Maite S.R por admirar y sumergirse con todo y alma en el mar, y a Analy, que un día se bañará en sus aguas conociendo las bondades de la playa junto a mí.

sábado, 15 de octubre de 2016

Superluna en Aries



Quizás en estos días te duela la cabeza, te cueste dormir, estés sensible e irritable. Apartando los asuntos obvios de estrés, es aceptable que hasta cierto punto responsabilices a la atmósfera. Como ya lo sabrás, la fase de Luna llena eleva la marea en las costas y también influye en todos los fluidos internos en nosotros, pero en esta ocasión viene con algo especial para este fin de semana: Podremos ver a este astro en todo su esplendor, pues se producirá una "Superluna", un fenómenos que se presenta de 3 a 6 veces al año como mucho. Este suceso astronómico se caracteriza por la brillantez y aumento en el tamaño de la Luna en un 14% (según la NASA) cuando ésta alcanza el perigeo, esto significa que este satélite natural, está en el punto de su órbita más cercano a la Tierra que coincide en su fase de Luna Nueva o Llena.
Entre la noche de este Sábado 15 y Domingo 16 de Octubre, tendremos la tercera Superluna de este 2016 y la última será el 14 de Noviembre, que según nos anticipan los más expertos, se verá todavía más hermosa, a tan sólo 356.500 km de distancia y con un diámetro aproximado de 34 minutos de arco. Las siguientes Superlunas no tendrán estas características similares sino hasta el año 2034 y posteriormente en el 2052, fecha a la que espero que muchos lleguemos a vivir.

Cabe decir que no todos los espectadores ni en todos los sitios se distinguirá con claridad la diferencia entre una clásica Luna llena con una Superluna, pues en la actualidad no tenemos el ojo acostumbrado a estos detalles naturales. Quizás algunos observadores muy atentos a simple vista notarán el aumento en su brillo y tamaño, y con fortuna (o con unos buenos binoculares o una cámara fotográfica) apreciarán los cráteres lunares.  Es muy probable que Venus también protagonice la noche, siguiéndole de cerca Marte y Saturno.

En el campo de la astrología tenemos una Luna llena en Aries y al Sol en Libra, lo que indica, diría, la toma libre pero consciente de riesgos que lleven hacia la transformación principalmente en el área física o de logros personales. Aries es un signo con gran independencia y valentía, con fuego interno e impulsividad, aprovéchalo para dar esos saltos en tu vida que no requieren de mucha paciencia ni espera. Por dar un ejemplo básico, ese cambio radical de look que siempre has querido pero que nunca te atreviste, hazlo, pero adaptándolo a tu persona, es decir, que te aporte para definir y proyectar de la mejor manera tu identidad.

Algunas de las cualidades que se asocian con la Luna, sobre todo en su fase llena, es la imaginación y la influencia en los mundos oníricos, el ciclo menstrual, los afectos y sentimientos, y el subconciente. Es una oportunidad fabulosa para ser creativos en nuestras expresiones y trabajar íntimamente en nuestro fuero interno, con valentía y decisión. Una ocasión predilecta para rendir homenaje y celebrar la divinidad en su aspecto sagrado femenino en nosotros.

La presencia de Venus invita a hacer las cosas que te enriquezcan por dentro y fuera, aportando  crecimiento y belleza interior.  Saturno siempre hace el llamado al desapego, dejar ir lo que nos traba. Y Marte enseña a luchar por lo que anhelamos y nos moviliza con fuerza hacia ello, pero cuidémonos de la imprudencia. Según la forma en que yo lo veo, toda esta conjunción habla de la aceptación y autovaloración. De encontrar el equilibrio y avanzar, incluso, durante la misma travesía puedes hallar esa paz que requieres para estabilizarte. Esta lunación aporta ayuda para desarrollar la voluntad con ejercicios simples y directos. Un paseo al aire libre o actividades deportivas, serán de mucha ayuda para liberarse y expresarse energéticamente.

Aunque no soy experta, y seguramente se nota, comparto estos detalles generales para que todos contribuyamos con el intercambio de información, pues he entendido que una vía para el autoconimiento no sólo es la exploración del otro, sino la comprensión de nuestro entorno natural de pequeña a gran escala, es decir, desde nuestra Tierra y lo que mora en ella, hasta lo que orbita fuera de ella y más allá. Observando el universo y nuestro sistema galáctico, conoceremos nuestras galaxias internas, y desde allí, como un péndulo, conoceremos al mismo tiempo toda la vida estelar.


viernes, 7 de octubre de 2016

Así lo viví


Este año ha sido muy transformador a nivel personal. He visto derrumbarse en mí y en mi entorno, patrones viejos y conceptos inservibles, lo que modifica mucho la manera en que vemos y nos desenvolvemos en el mundo.
El mes pasado fue intenso a nivel astronómico, astrológico y energético. Seguro más de uno sintió la gran influencia de este tan movido Septiembre. Fue un mes que trajo cinco fenómenos cósmicos y naturales de importancia, y que se hicieron notar sin pudores. El Eclipse solar “Anillo de fuego”, El portal cósmico 9.9.9, el Eclipse total de Luna en Psicis, El Equinocio de Primavera u Otoño y una Luna negra, para disfrutar una segunda fase de Luna Nueva en el mismo mes. Sorprendente ¿verdad? Pero ya hablé de cada acontecimiento por separado, lo que busco hoy, es compartir la forma en que yo viví estas fechas.


Desde el eclipse solar el Jueves 1 de Septiembre, comencé un plan de meditación durante 9 días, en los que partí con ejercicios de limpieza áurica y sintonización planetaria. Trabajé con algo de geometría sagrada, usando símbolos tales como la flor de la vida para armonizar mi aura con el campo electromagnético de la Tierra. Planté mentalmente un merkaba en distintos puntos del mundo en los que hay conflicto para activar la resolución de problemas y armonizar dentro de lo posible, cada zona, sabiendo que un grupo grande de personas hacían el mismo ejercicio. Se sintió bien contribuir con la buena voluntad y deseos de paz de corazones nobles repartidos por todo el globo terrestre. También utilicé pirámides de luz para proteger y conectar con planos sutiles, y usé los beneficios de la visualización con rayos de distintos colores. Todo ello para recibir con la mejor preparación posible el portal 999, el  Viernes 9 del mes 9 del año 9 (2+0+1+6=9).
Ese día realicé una meditación guiada, pero me dejé llevar libremente por mi intuición también. Quise conectar con Egipto y realicé un altar representativo para anclar mi energía con dicha civilización, esperando que desde ahí fluyese hacia donde debiese ir.
Para explicarlo de forma simple y breve, el gran objetivo de este tan esperado portal, era recibir la energía Crística y anclarla en el planeta, y en uno mismo. Muchos tejimos redes de luz, con la cualidad de la imaginación e intención. Muchos plantamos semillas de poder, con el deseo de ver florecer -metafísicamente hablando- árboles de la vida en todo el mundo. La energía crística abre los corazones hacia una conciencia elevada en paz y unión con todos los seres, que ayuda a la madre Tierra a ascender. 
Este proceso de nueve días fue intenso a nivel individual, me sentía muy conmovida durante o después de cada meditación, muchas veces sin saber por qué. Sólo me decía a mí misma que estaba liberando emociones no expresadas. Quizás rompía “implantes” mentales limitantes, o mi memoria ancestral quería despertar. El último día sentía una intensa añoranza de un mundo nuevo, e incluso, de un sitio antiguo que ni si quiera sé si existe. Mi alma tenía deseo de infinito, y aunque hice todo lo que pude, no fue suficiente, pero es un paso.

Para el eclipse total de Luna que cayó también un día Viernes, estaba preparando un atrapasueños modular. El primer módulo simboliza -según yo- la Luna llena como deidad, el segundo lo titulé como “el reencuentro” entre la Luna y el Sol, el cual se estuvo deformando un poco ya que apliqué fuerza de sobra. Y el más pequeño, simboliza como tal el eclipse, la completud, la integración. En el centro le puse un yin yang. Lo consagré para la armonía del hogar y la alineación de todos sus miembros. Para la base de cada circunferencia utilicé un alambre de cobre, no sólo como gran conductor de energía, sino para tener presente un elemento representativo de la Tierra. Casi todos los materiales son reciclados o viejos, salvo uno que otro detalle. Esta fue mi forma de celebrar esta fecha y rendir homenaje a esta alineación planetaria. Sé que les sugerí un ritual con velas, copa y sal, pero a mí no me dio tiempo. 

Para el Equinoccio de Primavera en el hemisferio Sur, realicé el ejercicio que les expliqué en su momento, canalizando la esencia de la Tierra con nuestras propias raíces y compartiéndola con el astro rey, recibiendo, a su vez, su sapiencia solar. Nos convertimos momentáneamente en un canal sagrado de intercambio informativo y lumínico. Un ejercicio para aprender a dar, recibir, transformar y devolver.



Para la Luna negra guardé silencio, contemplé mi oscuridad mientras hacía actividades manuales (colgantes y atrapasueños), y recibí a mi esposo con quien quemamos una carta para liberar cosas que ya no queremos. Lo que fue significativo. Cabe destacar que durante este mes ¡estuvimos de aniversario de matrimonio!, lo que le agrega un plus sumamente especial.


Así que Septiembre fue un mes de cambios, de destrabe y mucho movimiento en todas las áreas, tanto humanas, como estelares. Para mí, una instancia de profundización personal y reconexión universal. Aprendí a amar mucho más a este mundo y a sus recursos naturales, y aunque no canto bien, con mis escasas habilidades le dediqué mantras y canciones andinas que aprendí hace poco. Estoy muy agradecida por todo lo recibido y todo lo removido. Recibí mucho; información, conversaciones, reuniones, conocimiento, oportunidades, artículos y datos que no alcanzo a detallar, pero fue gratificante y un gran proceso de liberación, transformación y sanación.

(Las fotos del atrapasueños y el altar son de mi autoría, las comparto por si alguien quiere hacer algo parecido).