jueves, 30 de marzo de 2017

Críticas II (El arte de darlas)



Antes de entrar de lleno a este asunto, te invito a leer la entrada anterior, en donde se explican los tipos de críticas, lo que es útil de saber para diferenciar, entender, y posteriormente dar y recibir de la mejor manera una crítica, lo que trataremos en estas entregas.

Problemática

Pienso que es menester partir mencionando la problemática implícita que supone la renombrada “libertad de expresión”, pero malentendida y abusada, en donde se está manejando sin criterio y con la mentalidad de: “Yo tengo derecho a decir todo lo que se me venga en gana. Estamos en un país libre en donde los otros tienen el deber de escucharme y me da igual si al otro eso le molesta, insulta o hiere, yo digo las cosas tal y como son porque la franqueza me caracteriza”. No desacreditaremos a las personas sinceras, directas y que no se van con rodeos, pues enviar un mensaje de forma clara y precisa, es importante para captarlo rápido y actuar con la información enunciada. El problema radica cuando se cree que la libertad de expresarse implica pasar a llevar al resto, atentar contra su integridad, incurrir en comportamientos, actos y frases que lo denigren, manipulen, humillen y le falten el respeto.
Tener libertad de expresión no es relativo a vomitar todo lo que pienses y sientas sobre una situación sin considerar la postura, ideología o susceptibilidad de los demás, sin medir las correspondientes consecuencias y sin aceptar tu parte de la responsabilidad, o analizar si realmente tu visión es justa y certera, y sobre todo, si vale la pena decirla; a veces callar es la respuesta correcta. Cabe destacar que los sistemas sociales en general no giran expresamente en torno a tus necesidades particulares, sino a las de un conjunto de personas y otros sistemas (guste o no). 
Esto tampoco se trata de ser santurrones o hipócritas, pero sí de manejar un mínimo las normas básicas de convivencia, pues sabrás que ello es clave para tu tránsito por el mundo, pero la vida como ermitaño en el monte, es otra sabia opción. 

Dicho esto hablemos de cómo dar críticas.

¿Quieres mejores relaciones interpersonales, trabajadores más felices, ampliar tu vida social y amorosa, mantener buenas amistades, compañeros, vecinos y afectuosos lazos familiares? Es necesario que aprendas el arte de dar críticas constructivas.
Ya sea en un contexto personal o laboral, hay que saber manejar algunos conceptos de comunicación básica para que el mensaje se entienda, llegue al receptor y se efectúen los cambios pertinentes.

1.-Objetivo e intenciones: Como recomendación primordial, antes de hacer una crítica, debe esclarecerse de antemano y puntualizar cuál es el asunto a tratar, y cuáles son tus motivaciones o razones para hacer dicha señalización. Cuando se trabaja en grupo, por ejemplo, las correcciones deben ser relativas al trabajo que se realiza en el equipo, con el fin de mejorar la efectividad de los resultados, y no por el placer de bloquear el avance o ánimo de alguien.

2.-Planteamiento: Escoger el modo propicio de comunicar algo para cada contexto y persona según corresponda, es crucial. Aquí es cosa de discernimiento. La comunicación formal o casual, el paralenguaje, los gestos faciales, la inflexión y tono de voz, son claves para darse a entender con mayor profundidad y eficacia, evitando enfrentamientos o malos entendidos innecesarios. Recordemos que las personas tenemos formas inherentes a nosotros para ofrecer datos informativos con el lenguaje no verbal; una mirada en silencio puede decir más que una explicación extensa.

3.-Propuesta: Usualmente una crítica efectiva debería estar siempre ligada a una posible solución o invitar a la búsqueda de una respuesta consensual, en vez de tornar el asunto en un ataque personal desmotivador que estanque el progreso.

4.-Retroalimentación: Los Feedback son instancias sumamente necesarias para la mejoría y crecimiento de las personas. Indicar qué estamos haciendo bien, qué debemos modificar y cómo hacerlo, poder preguntar sin vergüenza o miedo, y tener una respuesta clara y en buena tónica, hace madurar las relaciones. Un entorno cordial y amigable da mejores resultados que uno hostil.

Como conclusión por hoy,  diremos que una buena crítica no es necesariamente alentar, aprobar y halagar, así como tampoco lo es descalificar, burlarse o rechazar. Una opinión debe apelar al avance, a la mejoría, a la apertura de nuevas propuestas, soluciones concisas y benéficas para todas las partes. Si realmente quieres hacerte escuchar, aprende a hablar con respeto, y de paso, también a escuchar y valorar las iniciativas e ideas del otro. Por último, saquen una conclusión juntos que les satisfaga en una dosis equitativa. Esto se conoce como “sana convivencia”. 

Claro está, que todos pueden reaccionar de forma muy diferente ante las críticas ajenas, lo que desembocará en el siguiente punto a tratar: Cómo manejar y aceptar una crítica.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Críticas I (Tipos)




Seguramente te ha pasado alguna vez que alguien realmente no entendió el mensaje que quisiste dar, quedándose más en la forma que en el fondo. Quizás alguien malinterpretó a tal extremo una palabra, una frase o una idea, diciendo que eres discriminador, clasista y egocéntrico, a lo mejor lo hiciste tú. Tal vez alguien se burló de un error, de una foto o de un contenido que compartiste, abriendo una polémica que nunca debió existir. A veces pudiste llegar a sentir que te criticaron por el placer de criticar, por ocio o por un odio directo por ser como eres.

Ante esto, quiero decirte algo que aprendí hace un montón de años cuando iba al colegio, lo que podría ampliar tu campo de comprensión. Existen dos tipos de lectores, por ende, de “comentaristas”: El lector ideal y el lector real:

El Lector ideal es parte de ese público con el que todo escritor sueña, aquel que comprende exactamente lo que quisiste decir, incluso entrelíneas, aunque jamás se haya enfrentado a una situación o contexto como el que describes. Además de conectar con tu obra.
El lector real es ese público que interpreta tu escrito desde la capacidad que le permite su propia experiencia, es decir, se identifica principalmente con situaciones similares que haya vivido, lo que le otorga cierta cercanía ante los conceptos que tratas. Inclusive, puede tergiversar (inconscientemente) lo que dices, pues “entiende lo que quiere entender” o de plano, no entiende nada, según su intelecto.

Vale agregar que todos estamos constantemente siendo lectores ideales o reales.

Esto dicho a groso modo, pero ahora ¿cómo entender cada tipo de crítica? 

Para entender más este asunto catalogaremos las críticas en dos tipos principales “La crítica constructiva (positiva)” y “La crítica destructiva (negativa)”:

  • Crítica constructiva: Este es el tipo de crítica ideal. En la que aún dentro de cierto margen de subjetividad, se intenta argumentar objetivamente, anunciando los pro y lo contras de tu trabajo. Señalando qué deberías potenciar y qué deberías mejorar, incluyendo tips para ese proceso. Es decir, es una verdadera opinión, en donde prima el balance. Éste es el tipo de crítica a la que apelo, pues es la que realmente te enseña, te nutre y te desarrolla en tu campo de acción. Ya sea que una persona se incline a favor o en contra de tu obra, no te halagará de sobra ni te ofenderá innecesariamente


-Se entiende como “positiva” en cuanto supone  que te señala amablemente los puntos a favor que posees o transmites para que sigas desarrollándolos, además promueve soluciones ante los defectos, errores o problemas que presente tu trabajo, como un beneficio para éste.

Toca aclarar que una crítica positiva va más allá de simples palabras de aliento, como dije, se señalan los pro y se sugieren soluciones ante los contras, ya que si nos quedamos ante el típico "me gustó, sigue así", en el fondo son opiniones que no invitan a crecer realmente. Aún así, personalmente, pienso que estos estímulos agregados a una crítica positiva, ayudan a saber si nuestro trabajo está llegando a alguien, si una persona se conmueve, se identifica, si entiende o siente algo con nuestra obra.  Y aunque este tipo de refuerzo positivo no promueve exactamente el mejoramiento de nuestra obra, todos necesitamos este apoyo para continuar motivados.

  • Crítica destructiva: La crítica destructiva carece de sentido común y empatia, se enfoca básicamente en hacer sentir mal al otro, en desprestigiar tanto su trabajo como su persona en vez de apelar a una mejoría a través de una sana retroalimentación. A veces toma un falso tinte de raciocinio, se camufla entre argumentos poco sólidos muchas veces, y aunque lleguen a ser reales o de peso, quienes opinan son movidos más por una suerte de poder y egocentrismo que por ayudar. Este tipo de crítica las desapruebo, porque no parecen ser ningún aporte consistente para el crecimiento de alguien. Aquí caben los llamados “haters”, personas con tratos hostiles y comentarios tóxicos. Hay quienes dicen que son un mal necesario, pero para mí, rayan en el odio, carecen de educación y de la capacidad para entrar en debates sanos y concluyentes, en vez de polémicas absurdas y ataques personales.

-Se entiende como “negativa”, básicamente porque este tipo de crítica señala los puntos aparentemente mediocres o en contra que muestra tu trabajo o persona sin mucho interés por el progreso que puedas tener. Por lo general las críticas negativas pueden ser muy vagas argumentativamente hablando, sin tacto y sin el incentivo por promocionar un avance objetivo, real y sincero ante el desarrollo de la obra, artista, situación o persona en general.

Ahora que hemos hablado de los tipos de críticas, en las próximas entregas trataremos el cómo darlas y recibirlas.

sábado, 4 de marzo de 2017

Mujer ¡hónrate!




Ser mujer puede sentirse difícil en una civilización patriarcal, sexista y llena de cánones y exigencias socioculturales que son complicadas e insensatas de cumplir. Pedir que estemos perfectas de pies a cabeza todo el tiempo y que nos comportemos como los demás quieren es demasiado ¿verdad?, lo lindo del asunto es que no estamos obligadas realmente a seguir con esto. Las primeras que pueden romper con los constructos sociales añejos somos nosotras, aunque es bueno saber que hay hombres que nos apoyan en esta travesía. 
Esencialmente hay que aprender sobre el respeto hacia nosotras mismas como individuo primero, para posteriormente valorar nuestro género y al otro. 

Este 8 de Marzo se celebra el día internacional de la mujer, y hayas nacido como una o trabajado para serlo, te invito a reconocer tu valor, tu magia y divinidad con este escrito de Carla Lampert, así que por favor, aunque sea sólo por hoy ¡hónrate!



Oración de la mujer sagrada

Sagrada Fuerza Femenina te saludo
y siento tu presencia manifestándose en mi Ser.

A través de mis pensamientos,
palabras y acciones,
dejo que la Divina Presencia
de la Madre Cósmica
me oriente con su infinita sabiduría.

Ella está llegando,
¡siento su Danza!
Ella está hablando, 
¡escucho su canción de Amor!

Ella está dentro y fuera
en las cosas más simples
y por eso perfectas...

Y su templo sagrado
es mi cuerpo de Mujer,
su pensamiento
ahora es mi pensamiento…

y solo pienso en Amor,
sólo siento Amor
y sólo veo Amor,

El mundo que percibo
es fruto de mi percepción de Amor,
y así creo mi realidad.

Bendigo mi día y honro
mi Diosa de mil nombres
y así creo la magia
que me ilumina y protege.

Saludo la noche y honro
mi Madre Luna,
sus sagradas fases comandan
mi cuerpo de mujer,

Y así me preservo saludable
y con mis ciclos femeninos
en perfecta armonía.

Saludo a la Incognoscible,
y así honro y preservo
mi poder oculto.

Saludo las Fuerzas de la Naturaleza
para que la Madre Tierra me proteja
y me oriente en el Norte,
en el Sur, en el Este y en el Oeste.

Honro la tierra donde piso,
el agua que bebo y mi alimento,
pues sé que todo lo que haga
a esta Tierra volverá para mí
y para mis descendientes.

Y así me conecto al corazón de Gaia
y su protección maternal.

La Diosa cuida de mi cuerpo
y de mi alma
y así estoy en perfecta sincronía
con el Universo.

De mi corazón fluyen
sus enseñanzas,
sus palabras de sabiduría
y su fuerza infinita
y así realizo
mi divinidad humana.

En mi alma el Sagrado Femenino
y el Sagrado Masculino
se unieron en Amor y Éxtasis,
y así descubrí el equilibrio
donde el ser humano debe estar.

Todo el Amor que nutre mi existencia
viene de la Fuente Divina,
por eso no necesito
que ningún otro ser humano
lo haga por mí.

La Diosa bendice mi cuerpo
con sus sagrados encantos,
y así la belleza de mi Alma
se refleja en mi cuerpo femenino.

De mi mente fluyen
los pensamientos y la creatividad
que hacen especial y singular
mi existencia.

Y así realizo mi vocación mayor
preservo mi corazón limpio
y ligero como una pluma
y así me permito ser libre
y feliz para siempre.

Y que Así Sea, porque Así Es.

Saludo a la Divinidad en todo lo que vive
y rezo para que todas las mujeres
conozcan su Diosa Interior 
y así curen y liberen sus vidas
para la alegría, el Arte,
el placer, la salud y el Amor.