viernes, 12 de febrero de 2021

Riqueza



La idea de “riqueza” debería ser lo suficientemente contundente y amplia en todos como para mostrarnos más que una simple imagen mental de monedas de oro y billetes.

No soy experta en temas de prosperidad y abundancia pero entiendo que no son asuntos que le competan exclusivamente a supersticiosos suertudos, empresarios o personas nacidas en cuna de oro.

Pensemos en estos conceptos como flujos de energía que más allá de las circunstancias están relacionados con el merecimiento. Lo que bloquea muchas veces a las personas es la incapacidad de sentirse conscientemente merecedoras de lo bueno en la calidad más alta y sustanciosa de la expresión, desde cosas concretas (bienes materiales) a ideas más abstractas (realización personal.)
Lo más probable es que la persona tenga mandatos socio-familiares que carga de manera subconsciente, los cuales pueden orientarle a despreciar -por ejemplo- la idea de ser alguien de dinero porque las personas millonarias están estigmatizadas como entidades frívolas, calculadoras, superficiales, perezosas y corruptas, por ende, para alguien con esta creencia el tener ingresos extra o por sobre el promedio es equivalente a ser una mala persona. La mente es complicada ¿cierto?.
Además de ello puede tener un contrato invisible con su árbol familiar en el cual la pobreza es vista como una forma de vida que dignifica, es decir “ser alguien de esfuerzo” que “se gana la vida” a costa de mucho trabajo pese a las pocas ganancias es de admirar. También podría ocurrir que la aspiración a una vida espiritual signifique renunciar a los bienes terrenales, ya que vivir de forma confortable es superficial y no tiene mérito para trascender.

Todo esto es más complejo de lo que parece, porque si vienes de una línea familiar o cultural íntimamente vinculada con la carencia y la falta de superación personal, te parecerá imposible surgir y obtener el éxito, entendiéndole como una idea que va más allá del dinero, sino con el bienestar en todos los ámbitos de la vida; ¿por qué?, porque en el fondo hacer lo contrario te haría un traidor de tu clan, el cual a subsistido en la miseria sin perecer "¿qué te da el derecho de ser diferente a ellos?, ¿qué te hace superior?". Y de hecho, es probable que alguien del clan al que pertenezcas melle tus intenciones de salir adelante, de mejorar. ¿Envidia? no precisamente, esa es una cara superficial, en la mayoría de los casos es miedo al cambio porque significa que si uno cambia el resto también podría tener el potencial de hacerlo, pero sería ir hacia lo nuevo y desconocido.

Te lo ejemplifico: Hace poco conocí a una persona que está vendiendo pinturas creadas por ella misma para ahorrar e ir a terapia psicológica, lo que algunos miembros de su familia consideran una pérdida de tiempo, no creen que mejore. ¿Vergüenza?, ¿negación?, quizás, pero otra vez sólo es una cara de algo más profundo; la crítica y falta de apoyo es porque en esa familia de forma inconsciente está mal visto el procurar el bien propio, es decir, es un error priorizarse sobre todo si se trata de salud mental. ¿Por qué? habría que investigar a fondo, pero a groso modo diremos que el hecho de que un individuo del clan saque a la luz sus problemas personales eso podría indicar que todo el clan tiene problemas también, además de revelar secretos familiares, aunque esta persona no los sepa de forma consciente será un reflejo o proyección de éstos, ¿me explico?. Al menos esta persona lo entendió y ahora puede avanzar sin tomárselo tan personal.

A veces no tenemos una amplitud panorámica que nos permita apreciar todo lo más simple y grato de la vida diaria, y la gratitud - aunque es un término muy manoseado por corrientes de moda - puede marcar una gran diferencia en la forma en que nos movemos en el mundo. He reflexionado sobre qué significa la riqueza para mí, cuál es mi deseo más amoroso y se los comparto casi que a modo de afirmación o mantra:

"Amo y agradezco todo lo bueno y elevado que llega a mí de forma armoniosa y perfecta para el mayor bien de mi alma, siempre en paz con todo y todos. Agradezco la riqueza física en salud y vitalidad, la riqueza emocional en estabilidad, aceptación y afecto, la riqueza mental en creatividad, inspiración, entendimiento y claridad, la riqueza espiritual en sabiduría, información, guía, orientación y experiencias de alta vibración, la riqueza material, laboral y económica en recursos, víveres, oportunidades, regalos y dinero que llegan de la mejor forma y en los momentos más oportunos desde la Fuente ilimitada y divina, trayendo prosperidad, abundancia, riqueza, obsequios y bendiciones para cubrir mis necesidades y las de mi familia, teniendo así una vida confortable, segura y hermosa, incluso teniendo más que suficiente para compartir."

Revisa tus creencias limitantes, descubre cómo se manifiestan en tu realidad, indaga, busca su raíz y reprográmate.

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