La forma en que la medicina holística ve la enfermedad es un poco diferente de la manera en que la ve y trata la medicina tradicional, la cual se enfoca en patógenos externos, genética o eventos circunstanciales que disminuyen las defensas del sistema inmune de la persona (lo que no deja de ser cierto, pero incompleto). La medicina holística, por su lado, ve la enfermedad como un amplio sistema de comunicación energético, en la que el Gran Espíritu que habita en cada persona y a la vez en todo el universo, intenta transmitirle un mensaje para que pueda abrirse paso al cambio. Podemos simplificarlo de otra manera si no resuenas con la explicación reciente; El cuerpo enferma para que te escuches y finalmente atiendas los aspectos discordes e inconclusos que no enfrentas en tu vida. Tu subconsciente envía señales en forma de síntomas para que focalices tu atención en determinadas áreas. Es, aunque no lo parezca, una manera simbólica y directa en la que tu mente, tu alma, tu campo electromagnético y cuerpo físico intentan expresarse para que oigas, comprendas, aceptes y soluciones.
Dicho esto, la enfermedad, es entonces una alarma, un aviso y/o un mensaje para prestar atención e ir hacia dentro de ti. Hay que ver la enfermedad desde una mirada más amorosa, como una oportunidad de crecimiento y no de castigo. Deja de lado esa limitante y egocéntrica creencia, la cual dicta que tu enfermedad es una deuda karmática, una cruel broma del destino o azar, o una sanción ante tus errores del pasado, ya que te quedarás en una cárcel mental en donde serás siempre una víctima indefensa, incapaz de hacer algo consigo misma para sanar.
Queridísimo lector, todos somos creadores de nuestra realidad. Si llegamos al punto en el que estamos, para bien o para mal, somos los principales responsables, aunque otras personas o eventos hayan contribuido. Con esto no digo que tú, necesariamente, hayas pedido y querido de manera consciente esta enfermedad que te aflige, ya que todos en nuestro sano juicio deseamos bienestar, pero participamos muy activamente en atraer y crear nuestra realidad actual, a sabiendas o, inconscientemente, como sucede en la mayoría de las personas. Hay casos aislados cuando se trata de seres que nacen con enfermedades de alguna condición genética o hereditaria, lo cual profundizaremos más adelante, pero a grandes rasgos, es una misión personal conectada con una misión colectiva-familiar para sanar patrones mentales e historias genealógicas insanas. Según algunas disciplinas holísticas lo que se hereda no es la enfermedad, sino los patrones de creencia en ella.
¿Qué es lo que nos enferma?
Lo que nos enferma son las emociones y los pensamientos maldirigidos, en conjunto con nuestros actos y falta de cuidado personal.
Una mala palabra, un evento confuso, un paralenguaje ofensivo, una experiencia traumática, todo suceso por mínimo que parezca, causa impresiones y huellas emocionales, las cuales gestan ideas y percepciones subconscientes que lastiman poco a poco si no las cuidamos; esto también ocurre a la inversa: Un concepto impuesto o autoimpuesto puede nutrir emociones y sentimientos de rechazo ante ti o tu alrededor si no lo atendemos. Por eso se hace tan necesario ir hacia el origen de cada cosa que enjuicias, de cada tradición que predicas sin cuestionamientos o de cada sensación negativa que algo te provoque, ya que movernos en la vida por inercia, por costumbre o, por el contrario, de forma descontrolada, te aleja de quién eres y de lo que podrías llegar a ser.
¿Qué propone la medicina holística?
La medicina holística propone escuchar en profundidad tu cuerpo y ser interno de modo íntegro, entendiendo que la manifestación de un síntoma es un llamado de atención o la expresión de algún aspecto o parte de ti que necesita ser debidamente cuidada, todo esto por medio de la comprensión, aceptación y liberación para que finalmente se produzca la tan esperada sanación con ayuda de técnicas y elementos de vibración amorosa, como lo son las hierbas, aromas, masajes energéticos y un conjunto de terapias para que encuentres el camino de regreso a la salud.
Un abrazo de luz a todos.