miércoles, 12 de agosto de 2015

Orgullo “Feminazi” (?)


Hoy abro la polémica del uso que se le está dando a “Feminazi”, término que se originó, en un principio, como burla para ridiculizar y contradecir no sólo a las feministas extremas, sino también a cualquier mujer que demostrase sus intenciones por desarrollar sus opiniones, sexualidad, estilos de vida, posturas o corrientes filosóficas libremente, sin miedo al qué dirán, apelando siempre a la libertad de ser quién se quiere ser.

Hoy en día, e ignoro si se trata de un simple juego sarcástico o una postura con intenciones serias, hay feministas que están intentando re-acunar el término, utilizándolo, deduciblemente, para invertir la moneda, diciendo que no les importan las burlas y que seguirán luchando en pos de sus causas. Bien por eso, es de reconocer el hecho de transformar una situación que te desnosta en un intento por verle el lado positivo. Sin embargo, y he aquí el meollo del asunto, no concibo la dea de reutilizar un término que no sólo partió siendo para humillar, sino que comparte un concepto lleno de odio, tiranía y violencia dentro de sí como lo es el Nazismo. ¿Por qué utilizar, en una lucha por la defensa de los derechos femeninos que intenta aplacar los sistemas machistas que cuartan la libertad y capacidades de las mujeres, un concepto discriminador y clasista, que provocó matanzas atroces, que no sólo manchó la historia de Alemania, sino que afectó prácticamente a todo el mundo, con actos inhumanos? Una corriente ideológica tan cruel, que se dedicó al exterminio de judíos primeramente, hoy, con los actuales “Neo-Nazis” se siguen martirizando a las minorías. No es justo que por ser de cierto color, religión o creencia, nacionalidad, género o preferencias sexuales, no puedas salir a la calle sin miedo a que te aborden en la esquina para maltratarte por ser como eres.

La siguiente imagen, que me encontré por una red social, abre fuertes cuestionamientos, en donde se ven a dos mujeres, aproximadamente de los años 50, comiendo un embutido, con obvia alusión, contradice su frase y su mensaje de empedoramiento femenino, pues sigue percibiéndose el hecho de estar al servicio del goce masculino y machista, y no sólo eso, les entrega un mensaje sexual denigrante a la vez que confuso a las personas. Las autoras, me han dicho que encaja perfectamente, puesto que se han reapoderado del término (como expliqué más arriba) irónicamente. Pienso que la ironía, como les dije a ellas, bien utilizada, es un arma excelente para entregar con ingenio un mensaje, pero ironizar con un concepto tan delicado que hirió generaciones enteras, grupos étnicos y minorías, es inconsciente. Entrega un erróneo mensaje a las mujeres, apelando a la degradación del otro género para defender sus propios derechos. Una mujer, verdaderamente empoderada de sí misma, es lo suficientemente valiente como para no menospreciar al hombre ni pisotear a otras mujeres, cuales quiera que sean sus convicciones o intereses.


Cabe destacar que este grupo y otros que he visto por las redes sociales, confunden la libertad sexual con el libertinaje y el liderazgo con autoridad mal-dirigida, además de hacer constantes ataques al sexo opuesto, casi olvidando que nacieron con la ayuda de un padre también.

Además, pienso que una verdadera mujer, no necesita tomar posturas ideológicas extremas para darse a respetar, no necesita agredir a nadie, no necesita luchar por superar al hombre, sino trabajar de igual a igual, hombro con otro, como un equipo.

Para finalizar, aclaro que no estoy en contra de las feministas que luchan por los derechos del género, aplaudo la pasión de cada quién por sus causas, pero me cansan los extremos, son demasiados estrechos y limitantes.

19 comentarios:

AtHeNeA dijo...

Coincido contigo en que los extremos no son buenos.
Al igual que con otros colecrivos, suele pazar que acciones puntuales que algunos miembros deciden llevar a cabo... En mu has ocasiones considerandolo una solución o toma de partida y coinciencia necesaria y definitiva, se convierten en una generalidad sin más.

En realidad lo que debe prevalecer sobre todo, independientemente del sexo, es la humanidad, dignidad, identidad y libertad de decisión y opinión siempre.

Las diferencias aportan valor añadido, es una pena que nuestra sociedad en ocasiones las perciba como un conflicto tomando como punto de partida la intolerancia.

Crecer es saber observar y ver en esos matices potencialidades que descubrir y de las que aprender.


Un abraz❇ de luz

Mª Jesús Muñoz dijo...

Las exageraciones y extremismos nunca fueron buenos...Lo importante es el punto medio, el equilibrio. La mujer debe ir al lado del hombre,como compañera, poniendo lo mejor de si misma para mejorar el mundo...Los valores del espíritu son los que definen, como personas, tanto al hombre como a la mujer...Cada cual debe ser consciente de su responsabilidad y su misión, valorando en todo momento al otro, que complementa y facilita el camino y la meta.
Mi felicitación y mi abrazo de luz, amiga.
M.Jesús

lichazul dijo...

jejeje para los hombres soy feminista para las mujeres soy machista
para mí, solo un ser humano
el resto solo juegos y bocanadas

abrazos

lichazul dijo...

pd... mil gracias por tus huellas, hace años cuando comencé a escribir poesía, lo hacía desde mí, pero hoy la pluma baila el agua , toda el agua de la vida y de las vidas presentes , pasadas o futuras
abrazos

Esther dijo...

Me resulta extraño que usen esa terminación: " nazi". Pero... si vaciamos las palabras de contenido, solo las inventaron los seres humanos para nombrar cosas. Aun así, es de mal gusto, no, por la palabra, sino por lo que evoca.

No deberían girar tanto la balanza hacia la defensa de la mujer en denigración del género masculino. No se trata de una cuestión de géneros, sino de calidad de personas. Todo va más allá de la política, géneros, razas... la esencia es el espíritu: debe de ser grande, lleno de amor, despreocupado de beneficuios propios y vicios y lleno de amor y por lo tanto, no hacer daño a nadie.

Apuesto por el equilibrio en todos los ámbitos, siempre por el equilibrio.

Hay tantas estupideces que no entenderemos... Creo que a veces, mejor dejarlas pasar porque no las entenderemos, por eso, son estupideces y tratar de vivir lo mejor que sepamos, con nuestras penas y alegrías, todo incluido.

Un beso, preciosa :)

mikkonoss dijo...

Entre un hombre y una mujer hay diferencias. Las diferencias codifican nuestra continuidad como especie. Amamos esas diferencias que se complementan y ese amor nos hace construir las cosas que queremos, y por las cuales hombro a hombro, hombres y mujeres trabajamos, independientemente de la magnitud del proyecto. Yo lo veo así. Somos la humanidad y yo la entiendo con dignidad y libertad en todos los ordenes, siempre, sin diferencias respecto a eso, tanto entre mujeres y hombres, como entre mujeres, o entre hombres, o entre pueblos. Los extremos pueden ser mucho peores algunos que otros, pero lo menos, nunca son buenos para todos. Si, son difíciles de entender manejar. Tal vez contribuye entender que la vida en el planeta es una sola, y allí vamos como decía Carl Sagan, en nuestro viaje, todos juntos. Deberíamos cuidarnos, y cuidar nuestro punto azul... en vez de tratar de prevalecer algunos sobre otros...

volarela dijo...

Un buen artículo. En él se ve ese intento por encontrar la verdad, el equilibrio, más allá de las pasiones negativas que llevan a los extremos. El ser humano pasa de una situación insjusta a otra, de extremo en extremo, en muchos ámbitos de la vida, no sólo en éste; y es porque juzca con emociones, con rabia, con odio, no con su razón, amiga siempre de la justicia.

"Una verdadera mujer, no necesita tomar posturas ideológicas extremas para darse a respetar, no necesita agredir a nadie, no necesita luchar por superar al hombre, sino trabajar de igual a igual, hombro con otro, como un equipo."

Muy de acuerdo en todo.
La agresividad solo produce más agresividad. Verdaderamente, se ha creado una guerra entre sexos, con armas rencorosas y muy afiladas. Ya es hora, como tú tan bien reivindicas, de que la unión entre sexos consiga la verdadera justicia.

Un gusto volver por tu blgo.
Un fuerte abrazo :)

Tatiana Aguilera dijo...

Desde siempre he pensado que las posturas extremas generan caos y confusión, ya sea en política, economía o cualquier postura o pensamiento. Para vivir en sociedad se necesita ecuanimidad y criterio abierto a todas las posturas y actos humanos...Cuando el hombre comenzó a extremar sus ideas y transformar su pensamiento en algo dogmático, comenzaron nuestros problemas. Lamentablemente después, esta postura también fue copiada por las mujeres. Caímos en el peor error: confundir la búsqueda de igualdad con una ciega lucha de géneros, cuando lo que se buscaba era la paridad de oportunidades.
La palabra mencionada me resulta chocante, quizás, porque las generación actual no vivió lo que significó el nazismo y lo ven como algo provocador, sin darse cuenta que pierden el camino. La imagen que encontraste ¡qué decirte!, nos denigra al extremo de hacernos aparecer tontas y al servicio de algunos. No es así como se debe avanzar. No de esta forma tan absurda. Existen tantos bloqueos y discriminación vigente en contra de la mujer que me parece bajo y mediocre la imagen y el término. Solo espero que prime la racionalidad y la fuerte intuición que habita en toda fémina.
Abrazos, muy interesante tu reflexión. Se agradece siempre leer a mujeres que piensen y expresen su opinión.

BEATRIZ dijo...

Los extremos de un ideal pueden ser tan limitados como la falta de ideales.
Meterse con esos temas polemizados sabe dios si a propósito o inconscientemente, simplemente siguiendo ese instinto de poderío que existe en el género humano, el mismo que hace estar en guardia contra alguien distinto o ante el cual nos sentimos amenazados. Creo que esas posturas extremas son regresivas. Y deberían ser inecesarias, pero tienen que aceptarse como parte de la realidad presente lejos de ser perfecta.

Buen post.

Inma_Luna dijo...

Los extremos nunca son buenos.
Y si crecietamos en libertad y con educación, todo esto no existiría...
Buen blog el tuyo.
Me quedo de seguidora si no te importa.
Saludos

Inma_Luna dijo...

Gracias por ver mi blog.
Te pido que te hagas seguídora de este.
Elblogdemaku.blogspot.com.es
El otro solo lo tengo para fotos.
Saludos

Inma_Luna dijo...

Gracias por ver mi blog.
Te pido que te hagas seguídora de este.
Elblogdemaku.blogspot.com.es
El otro solo lo tengo para fotos.
Saludos

Beauséant dijo...

La clave la das en los últimos párrafos: las cosas llevadas al extremo acaban por caer en el absurdo.

Y mientras unos se pelean por el color de la piel o por el sexo, los de siempre hacen caja riéndose de esas peleas. Si de verdad existe un enemigo no debemos buscarlo en otra raza o genero.

Patricia dijo...

Te apoyo completamente querida amiga, tienes razon..todo extremo cae y pierde el equilibrio, no deberia existir ningun tipo de segregacion ya sea a nombre de genero o dinero, poder o razas...al final todos somos humanos, las mujeres con sus cualidades y defectos que la naturaleza les concedio al igual que los hombres. Estamos para hacer de la humanidad un tesoro y de la tierra un mundo mejor para vivir.
Si bien es verdad que lastimosamente la mujer no ha alcanzado el nivel de igualdad que desearia en el mundo (quizas me anime un dia a escribir sobre eso) tambien es verdad que se agranda las distancias si convertimos este hecho en una razon para degradar al hombre o rebeldemente caer en conceptos errados.
Lindo post, muy bien elaborado asi como la invitacion a la discusion! Gracias!
besos, feliz fin de semana!!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Ni tanto que queme al santo ni poco que no lo alumbre, decía mi abuelita... el equilibrio, el punto medio, la equidad y el respeto hacen la diferencia, no es una guerra, es un camino compartido.

Llego a tu blog por casualidad, un gusto conocerte.

Abrazos.

Humberto Dib dijo...

No entiendo mucho de etiquetas, ser humano me sienta de maravilla.
Un abrazo.
HD

Umma1 dijo...

Las posturas extremas en la defensa de los derechos de la mujer, me huelen a otra cosa.
Por otro lado, creo que si bien, hay que luchar contra la violencia que aún padecen muchas mujeres, en general se ha avanzado mucho en la conquista de derechos.
Jamás he visto al hombre como un enemigo, sino como un compañero de camino, que ha sufrido las mismas humillaciones y determinaciones que nosotras.
El uso de las palabras no es casual, ni anecdótico. Están cargadas de siginifaciones que hacen a la cultura en la que nos movemos.
Un abrazo

Demian dijo...

Machistas, feministas son etiquetas que solo separan como tantas. Ni un extremo ni el otro. Que la mujer jamas pierda ese algo de cielo, ni el hombre lo de protección. Aunque ambos puedan cambiar los roles según sus necesidades. Besos y buen escrito

**kadannek** dijo...

La reflexión que todos ustedes me dejan, es que la mayoría estamos cansados de etiquetas y guerras de género.

Estoy gratamente impresionada con vuestras palabras, son intensas. Gracias, de verdad, por cada aporte.