viernes, 18 de diciembre de 2009

Mar



Hacer esta entrada puede volverse algo difícil, he buscado la mejor forma de comenzarla, pero de poco o nada ha de servir rebuscar la frase indicada para partir, continuar e incluso terminar.

Hace a penas 4 días atrás me enteré del fallecimiento de Marcela (Mar), seguro a más de alguno ha de sorprenderle si es que llegaron a conocerla.

No quiero volver este suceso algo personal, pero reconocí de inmediato su talento, su desplante con las letras, su amor por la poesía y el arte en general, ese elogio a la desmesura -como lo indica la dirección de su blog- tan cautivante, su cálido y casi maternal trato conmigo y seguro que con muchos; Se lo agradezco aunque nunca se lo dije literalmente, mas se lo demostré compartiendo la misma empatía, miradas, ideas, obras y detalles sencillos, pero preciados.

A veces, muchas personas, sobre todo cuando alguien muere, se olvidan del resto enfocándose en su propio dolor como si fuese lo más importante, pero la verdad es otra; Pensemos un momento en la familia de mi estimada Mar, pensemos en sus más cercanos.

Y es por ellos que no deseo extenderme en esto que con mucho respeto escribo. Sé que la familia de Marcela sufre en este instante y que unas palabras de apoyo o consuelo no bastarán, menos las teorías sobre la muerte o los puntos de vista sobre la vida, pero deben sentirse orgullosos porque Mar es recordada con mucho cariño, y de mi parte, incluso con admiración.

También he pensado en los amigos y camaradas de blog que aún no se han enterado de la noticia y aunque sea triste es mejor saberlo para despedirse, reflexionar y guardar silencio en su nombre…




A todos y todas quienes le extrañan y han derramado lágrimas por ella o a quienes nos hemos quedado en silencio.. Un abrazo y mis más cordiales saludos y cariños, sobre todo a mi estimado Mentes Sueltas que supo dedicarle a la mujer de las "palabras errantes", de los sentimientos a flor de piel, mejores palabras que las mías, realmente preciosas pese al dolor, sólo queda acompañarnos y compartir este momento.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Yo No Voto.

(En tiempos de elecciones)

Yo No Voto.

Esto no significa que quienes no votamos no nos interese el país, las cuestiones políticas o sociales; Quiéranlo o no siempre seremos parte del avance o del retroceso, por más que deseemos salirnos de la corriente, la vida nos obliga a dejarnos guiar –o arrastrar- hasta cierto punto por la masa, pero mientras podamos sufrir menos desilusiones, mejor.

Hablo por los peyorativamente llamados “No ciudadanos”, aquellos que somos Nadie ante la sociedad –aún siendo parte de ella- por elegir no votar. Pese a ello, quizás hay muchos No ciudadanos con sus inclinaciones políticas, con ideologías claras, pero que no han encontrado a aquel candidato que les regrese la ilusión de un verdadero progreso o tal vez por tener tanto conocimiento del tema optaron por no unirse al rebaño, objeto de manipulaciones. Seguro gritan en su interior: "¡No comprarán nuestras conciencias con una zarpa de promesas falsas!"
Todo lo que pase en el país nos afecta de una u otra forma a todos. La educación, la salud, la economía nos incumbe y deseamos la mayor cantidad de mejorías posibles, pero eso no lo logrará un sólo hombre, menos un aspirante a puestos privilegiados.

Yo no voto y no es por flojera o indiferencia, tengo mis ideologías, mis creencias, mis filosofías de vida, mis puntos de vista claros ante la misma y ante las cosas políticas aunque no sea una entendida en el tema, y aun así tengo derecho a dar mi opinión, no seré menos que aquellos que se dan el tiempo –obligadamente- para sufragar. No tengo ninguna inclinación porque todos los partidos son imperfectos e insatisfactorios.
No creo en el cambio, derechamente no creo, menos en el que puedan darnos los “gobernantes” (qué palabra tan burda y molesta a estas alturas), formo parte de aquellos que han perdido o que nunca tuvieron la esperanza en ellos. No creo en los presidentes -Marionetas de los gobiernos-, no creo en los políticos, me decepcionan los egos, las ansias de poder sin censura por un período de tiempo lo suficientemente extenso para hundir más al país o hacer nada por el pueblo escudándose tras discursos que nada responden –como si fuésemos idiotas-. Cada quien quiere imponer su control, hacen una que otra obra irrelevante para mantener tranquilo al rebaño y ya está, cero progreso real y profundo.

Es por ello, por mi falta de confianza hacia estas cuestiones, porque –siendo sincera- tengo prioridades y la política no es una de ellas, por no querer “condenarme” a votar hasta el fin de mis días por personajes a quienes no les creo ni lo que rezan, porque como dijo alguna vez un profesor de filosofía hace muchos años “Los líderes son peligrosos” porque representan sólo un sector de la sociedad, pero ¿qué pasa con el resto... ?, no tengo esperanza en que los hombres reaccionen y traigan a un “sabio” a ocupar la presidencia, un maestro como los de oriente y de antaño, un líder honesto que guíe con rectitud sin afán de otra gloria que la felicidad en común, que no se incline ni para la derecha ni la izquierda (o tanta cosa bizarra que hay en estos días) sino que dirija con sabia conciencia y sincero corazón.

Pero como nunca habrán súper-hombres en la política y jamás oirán mi plegaria a por “El sabio” –que es lo que necesitan los gobiernos del mundo- seguiré siendo una No Votante interesada en la sociedad, vagando con los desesperanzados pero creyendo que sólo el cambio real, individual e interno nos llevará a la evolución.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Voluntad


"A nadie le faltan fuerzas; Lo que a muchísimos les falta es voluntad."

Victor Hugo, escritor Francés.